Desde su desembarco, en 2014, Lollapalooza no ha hecho otra cosa que crecer de manera significativa en convocatoria, en cantidad de fechas, en los shows periféricos (sideshows) y en bandas que año a año subieron a los múltiples escenarios instalados en la base rockera del Hipódromo de San Isidro. Incluso, la quinta edición de este año, celebrada en marzo, coronó el festival nacido en Chicago en 1991 como el más convocante del país con venta récord de tickets anticipados (todos agotados antes de que suenen los primeros acordes) aunque tuvo un sabor agridulce porque no pudo cerrar sus primeras tres fechas completas por inclemencias climáticas y debieron devolver el dinero de la fecha cancelada a los fanáticos. En dos jornadas recibieron a 200 mil personas.
Cuenta regresiva. El festival que administra Diego Filkenstein, histórico productor dueño de la franquicia con DF Entertainment en el país, en sociedad con las firmas C3 Presents y William Morris Endeavor (WME), acaba de anunciar la sexta edición para el 29, 30 y 31 de marzo, otra vez apostando a tres fechas, y en la misma sede isidrense. Los boletos Early Bird, tickets que los fanáticos compran a ciegas sin saber quiénes van a tocar cada noche, comenzarán a venderse a partir del 4 de julio a las 10 de la mañana, a un precio de $ 2.500 pesos para las tres fechas. Las boleterías de La Rural serán el único punto de venta hasta agotar stock, y se podrán adquirir hasta cuatro entradas por persona. Habrá una preventa exclusiva para los clientes de la tarjeta Santander Río del 4 al 10 de julio inclusive, o hasta agotar el stock de 120 mil entradas, equivalentes a 40 mil abonos generales. Es decir, el público abonará casi 30 dólares por jornada. Una vez agotados los Early Bird, pasará a Preventa 1 con un precio de $ 3.500. Los sideshows son también muy esperados por el público, que puede ver a sus grupos o solistas predilectos antes por fuera de las tres fechas del festival y en lugares más pequeños, como sucedió en otras ediciones con Anderson .Paak & The Free Nationals en Vorterix, Kasabian en La Rural o Noel Gallagher en el Luna Park.
El Lollapalooza 2018 y el 2017 acumularon 200 mil personas cada evento, en el 2016, unas 170 mil personas, en el 2015, cerca de 140 mil, y en el debut, Lollapalooza 2014, asistieron 120 mil personas.
Line up en septiembre. Luego de tener los tickets en el bolsillo, los fanáticos deberán esperar hasta septiembre para conocer el line up principal de cada jornada pero siempre suelen aparecer sospresas cerca del inicio del festival. Cada edición del Lollapalooza demostró una variedad de artistas de diferentes géneros, desde Red Hot Chilli Peppers en la primera y quinta ediciones, hasta Pearl Jam, Damas Gratis, Pharrel Williams, Arcade Fire, Imagine Dragons, Miss Bolivia, Noel Gallagher, Liam Gallagher, Metallica, Juana Molina, Molotov, Robert Plant, Illya Kuryaki and the Valderramas, New Order, Johnny Marr, Miranda!, Eminem, Camila Cabello y Babasónicos, entre otros.
Conciencia. Creado por Perry Farrell, el frontman de la banda angelina Janes’s Addiction, el festival, que tiene sedes en diferentes partes del mundo, reunió a más de cien artistas en escena, desplegada en cuatro escenarios y que, además, mezcla la cultura artística, persigue una conciencia ambiental, promueve las propuestas gastronómicas con menús para veganos, vegetarianos y celíacos. Los más chicos también tienen su lugar dentro del festival en Kidzapalooza, donde pueden vivir la experiencia Lollapalooza a través de la música con un line up infantil.
Estrellas que tuvo el “Lolla”
Los grandes animadores de la primera edición de 2014 fueron los populares Red Hot Chilli Peppers, Soundgarden, Arcade Fire y Nine Inch Nails, quienes cerraron las jornadas del 1º y 2 de abril. En segunda línea de importancia estuvieron Johnny Marr, Pixies, Phoenix, New Order, Imagine Dragons. Illya Kuryaki and the Valderramas, La Bomba de Tiempo, Onda Vaga, El Mató a un Policía Motorizado y Juana Molina fueron los artistas nacionales.
En 2015 aumentó la cantidad de bandas pero el festival no tuvo “la” banda principal pero sí contrató a emblemas del rock. Entre el 21 y 22 de marzo, el protagónico se lo repartieron Robert Plant, Jack White, Pharrell Williams y Calvin Harris. The Smashing Pumpis fue otro de los aciertos del line up junto con The Kooks y Kasabian. De nuestras pampas, tocaron Poncho, Fernández Fierro, Pedro Aznar, Maxi Trusso y Zero Kill, de Benito Cerati.
Al siguiente año, el rap blanco de Eminem fue la gran estrella del festival, seguido por Florence + The Machine, y otro rapero, Snoop Dog, más Noel Gallagher’s High Flying Birds y Albert Hammond Jr., ex The Strokes. Regresaron los IKV, Eruca Sativa, Babasónicos, Carajo, El Kuelgue y Leo García, entre otros argentos presentes el 18 y 19 de marzo.
Sin duda, Metallica le dio la presencia fuerte al heavy metal en la cuarta edición, cerrando la primera noche del 31 de marzo y los siempre convocantes The Strokes bajaron el telón en la segunda jornada del 1º de abril. Antes, pasaron Rancid, Martin Garrix, Duran Duran, The XX. Los argentinos que subieron a los escenarios fueron León Gieco, Poncho y Palo Pandolfo.
Este año, volvieron los Red Hot Chilli Peppers el viernes 16 de marzo, acompañados por Imagine Dragons, Chance the Rappers. La segunda fecha del 17 de marzo, cerraron The Killers, previos shows de Wiz Khalifa y Liam Gallagher. La tercera jornada, que devolvería al grunge de Pearl Jam a suelo argentino, quedó suspendida por lluvia.