La modelo Wanda Nara está en Buenos Aires. Ella y su marido, el futbolista Maxi López, acaban de comprar una casa con la idea de instalarse cuando nazca su primer hijo. Con una incipiente panza de seis meses, Nara le contó a la revista Caras cómo vive su embarazo y cómo se prepara para el nacimiento de su bebé.
" Todos hablaban de mi embarazo antes de que nosotros supiéramos que íbamos a ser padres", contó la modelo, y explicó: "Yo confirmé mi embarazo estando en Buenos Aires. Maxi se había ido ya. Yo me quedé con mi hermana Zaira y, como me sentía mal, compramos y test para hacerme. Cuando vimos el resultado, nos abrazamos y lloramos".
Una vez que la noticia estaba confirmada, la modelo se comunicó con su marido, que se encontraba en Rusia. "Lo llamé a Maxi, que estaba concentrado con sus compañeros y se lo dije. Nos pusimos a llorar como locos", recordó.
El encuentro no fue menos efusivo. "Fue súper emocionante. Maxi me esperó en el aeropuerto. Alquiló un salón VIP, y me sorprendió con un gicantesco ramo de doscientas rosas. Fue muy fuerte para los dos", resumió la modelo.
Lo que vino después, la sacó momentáneamente de su idilio. " Los primeros meses fueron terribles. Estuve con nauseas y sueño. Por primera vez me peleé con Maxi porque, como no comía porque todo me daba asco, él se enojaba", reveló.
Por eso, le causó gracia cuando dijeron que tenía antojos de milanesa. "Me dio risa. Sólo me dio antojos de frutillas, de cosas frescas, que eran las que me calmaban la acidez".
La modelo adelantó, además, que si es nena, la nena se llamará Marcheline o Marshal, y si es hombre llevará el nombre del futbolista.
La nota completa, en la revista Caras.