Algunas medidas que tomó Twitch en el último tiempo inquietaron un poco a la comunidad, al punto de que algunos streamers decidieron irse a Youtube, Booyah, Mixer, etc. O incluso llegaron al punto de crear un espacio nuevo. La irrupción en el mercado de Kick, un flamante competidor en la escena del streaming, creada por el ex streamer de Twitch Trainwreck, surgió a raíz de la imposibilidad de generar contenido de casino online en la pantalla virtual perteneciente a Amazon.
La propuesta más tentadora de Kick para seducir a los streamers no fue precisamente la libertad para crear contenido. Si bien las restricciones son un palo en la rueda para la gran mayoría del mundo del stream, en este caso Kick apuntó al bolsillo. La promesa de darle el 95% de las ganancias generadas a los streamers fue un golpe bajo para Twitch, y en PEEK Latam te contamos por qué.
TWITCH, EL SISTEMA Y SU PORCIÓN INTOCABLE
El impredecible crecimiento del streaming a partir de la pandemia por Covid 19 puso a Twitch a administrar una riqueza y poder antes impensada. Tuvo que tomar medidas rápidamente, lo que a futuro le iba a traer algún que otro inconveniente. Un ejemplo muy claro son los slots, un contenido que Twitch permitió y creyó inofensivo, hasta que se percató del peligro que le significaba a su audiencia ver apuestas como contenido mainstream.
Sin embargo, no fue el apartado más relevante para la rama de entretenimiento de Amazon. El sistema de monetización, que en un principio era 70/30 a favor del streamer (dependiendo de cada contrato), empezó a ser un problema para Twitch, que a fines de 2022 anunció un rotundo cambio en la monetización de las suscripciones.
Recordemos rápidamente que el contenido de Twitch es gratis, pero que existen unas membresías que tienen un valor básico de 4,99 USD, y que le otorgan al usuario ciertos beneficios, como por ejemplo evitar la publicidad.
Para 2023 Twitch dispuso que cada streamer cuyas ganancias alcancen los 100.000 USD anuales tendrá que repartir automáticamente 50/50 con la plataforma. Independientemente del contrato que ostenten, creadores de contenido como Ibai, ya no gozarán de quedarse con el 70% de lo generado. De esta forma, y con una medida como mínimo polémica, Twitch se aseguró su tajada.
TWITCH Y EL PEDESTAL
Kick llegó como una amenaza, y le dará el 95% del dinero al streamer. Como respuesta Twitch redobló la apuesta: no sólo no cambió nada a favor del creador de contenido, sino que reafirmó su modelo de monetización, y dio por sentado que su monopolio no corre un gramo de peligro.
Tom Verrilli, director de productos, y Mike Minton, director de monetización, salieron a consolidar la medida de la empresa, y aseguraron que, al menos en términos económicos, "ninguna otra plataforma es una amenaza para Twitch". Como justificación ante las preguntas del por qué esta medida, afirmaron que trabajarán para mejorar la experiencia relacionada a las publicidades, que resultan tan molestas para el usuario que este opta por pagar la suscripción para no tener que verlas.
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