Si pasa algo bueno vayamos a comer para festejar, si pasa algo malo vayamos a comer para levantar y si no pasa nada vayamos a comer para que pase algo. La comida la relacionamos con la gratificación y no con el hambre. A mayor presión en la vida mayor es la necesidad de compensar con algo que nos de placer y lo más simple barato y rápido es la comida.
La mayoría de mis pacientes que trabajan y que vienen a consultarme con sobrepeso no comen nada durante el día y cuando vuelven a su casas a las 19 hs abren la heladera y comen sabores mezclados, dulce con salado, frío o caliente, da lo mismo un pedazo de torta o dos fetas de salame.
Así como la orca de mundo marino recibe su pescadito de recompensa cuando termina su acto, todos nosotros necesitamos una recompensa cuando terminamos de trabajar y de solucionar los problemas diarios y esa recompensa al alcance de nuestras manos se llama comida, generalmente es comida chatarra.
Mantener el peso correcto no se hace bien para la salud y para la cabeza nos hace sentir que dominamos nuestros impulsos básicos y tan solo eso inspira respeto entre los que nos rodean, no es un detalle menor.
Tengo en cuenta todas estas situaciones al momento de atender y dar una dieta específica a cada paciente. Nadie está gordo por hambre. Adelgazar es más fácil de lo que uno cree , hay que saber accionar la tecla correcta solamente. Éxitos!
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