El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en el mundo después del Alzheimer. Se produce cuando las células que generan dopamina, principales trasmisores químicos del cerebro que posibilitan la comunicación entre neuronas, dejan de funcionar de manera prematura dificultando la coordinación de los movimientos finos de los músculos. Si bien el síntoma más conocido refiere a los temblores, puede afectar también la capacidad de caminar, hablar, escribir e incluso tragar.
Actualmente son muchos los avances en medicina que dan esperanza a los padecientes y prometen disminuir síntomas y mejorar la calidad de vida, siendo importante un diagnóstico temprano, individual y multidisciplinario, donde los fármacos sean complementados con tratamiento psicológico y ejercicios de rehabilitación destinados a mantener y mejorar la funcionalidad del organismo.
Cómo identificar los primeros síntomas del mal de Parkinson
La Kinesiólogía es la disciplina del campo de la salud que se dedica a la rehabilitación y a otorgarle más funcionalidad a las personas, cumpliendo un rol fundamental en los pacientes con parkinson al brindar agilidad, fuerza muscular y resistencia. A pesar de su gran beneficio, el mayor desafío para los kinesiólogos es lograr adherencia y continuidad en el tratamiento, ya que con este tipo de enfermedades que son crónicas y de larga evolución, los pacientes suelen aburrirse y con el trascurso del tiempo y abandonar el proceso.
Las personas diagnosticadas con Parkinson suelen tener un fuerte decaimiento anímico ligado a la depresión y el aislamiento. El depender de terceros para algunas tareas cotidianas hace que dejen de participar de actividades sociales y recreativas, perdiendo el contacto social. La música, el trabajar en pareja y la coordinación en conjunto vuelven a la tango terapia una opción que no solo sirve para el equilibrio, la postura y la elasticidad, sino también para la socialización.
*Director de la carrera de Kinesiología de la Fundación Barceló.