Cinco años después del 11-M, España recordó hoy el peor atentado de la historia en suelo europeo con la falta de un gran acto institucional en homenaje a los 191 muertos y a los dos millares de heridos, que generó polémica y fuertes críticas por parte de las víctimas, que se sienten olvidadas.
El Congreso de los Diputados y el Senado guardaron un minuto de silencio al inicio de sus sesiones. El gobierno regional de Madrid celebró un homenaje de bajo perfil que estuvo marcado por la polémica, ya que no asistió ningún miembro de la federación madrileña del Partido Socialista (PSOE) para protestar por el cierre de la comisión del Parlamento regional que investigaba un presunto escándalo de espionaje desde el Ejecutivo de Esperanza Aguirre (PP).
Los sindicatos, por su parte, realizaron una ofrenda floral ante el monumento a las víctimas, inaugurado hace dos años frente a la estación de Atocha, centro de los ataques islamistas de hace cinco años. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, sin embargo, no ha organizado ningún gran acto de recuerdo, como sí hizo los años anteriores.
"Cinco años después, quiero trasladar en nombre del gobierno nuestro apoyo y reconocimiento a todas las víctimas y familiares por aquella grave tragedia, fruto de un atentado terrorista", dijo Zapatero tras el minuto de silencio que se guardó en el Congreso de los Diputados. A él se unió el líder de la oposición, Mariano Rajoy. "Quiero también expresar, como todos, mi afecto y mi solidaridad con las víctimas del 11-M y mi deseo de que nunca vuelva a repetirse en España un atentado terrorista", indicó.
Esta tarde está previsto un concierto homenaje en el Auditorio Nacional, en Madrid, organizado por la Fundación de Víctimas del Terrorismo en recuerdo de los muertos, los heridos y también de todos los que se volcaron en ayudar el 11 de marzo de 2004. De este homenaje serán partícipes los príncipes españoles Felipe y Letizia.
Fuente: DPA
