La indignación general provocada por el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi se ha disipado un año después de los hechos, pero aún no se ha hecho justicia en este caso y la represión persiste en Arabia Saudita. El reino, en un intento de lavar su deteriorada imagen tras el crimen, llevó a juicio a 11 sospechosos del asesinato el 2 de octubre 2018 del periodista, que inicialmente fue cercano al poder de Riad antes de convertirse en crítico.
Pero el asesinato, perpetrado en el consulado saudita en Estambul, habría implicado a 15 agentes del reino. La CIA así como una experta de la ONU han implicado al príncipe heredero y líder de hecho, Mohammed bin Salman Al-Saud, que lo desmiente. Uno de los sospechosos, Saud al-Qahtani, consejero real y confidente del príncipe heredero, está ausente del proceso que se inició el enero de 2019 y que se celebra a puerta cerrada.
"Chivo expiatorio"
"La retirada y el bajo perfil de Saud al-Qahtani pueden ser considerados (...) como un intento de convertir a un alto responsable en chivo expiatorio para dar la impresión de que Arabia Saudita cambia" declaró Marc Owen Jones, investigador en la Universidad británica de Exeter. "Los presos políticos siguen en prisión. Las divergencias con Irán (gran rival chiita de la sunita Arabia) y la guerra en Yemen no van a crear un contexto que permita al gobierno tolerar las disidencias" agregó.
Diplomáticos de cinco países miembros del Consejo de seguridad de la ONU y de Turquía están autorizados a asistir como observadores al proceso. Sin embargo no tienen derecho a tener intérpretes --las deliberaciones son en árabe-- y son generalmente convocados a última hora. Mientras tanto, la familia de Jamal Khashoggi, autorizada a asistir al juicio, rechazó informaciones según las cuales habría allegado a un acuerdo financiero con el gobierno saudí.
Represión
En la última edición del programa "60 minutes" de la cadena CBS el domingo, el príncipe Mohamed niega haber ordenado el asesinato del periodista, pero acepta asumir "su responsabilidad, como dirigente de Arabia Saudita". Fue criticado por la ponente especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, Agnes Callamard, heredero por intentar "distanciarse" de "la organización, la orden y la ejecución" del asesinato.
Entretanto, numerosos críticos del príncipe heredero siguen encarcelados, entre ellos una docena de mujeres acusadas de contactos con organismos de defensa de derechos humanos. Afirman haber sido torturadas y acosadas sexualmente durante su detención, lo que desmienten las autoridades. "Hubo más detenciones de otros intelectuales y militantes, y no hay lugar alguno para la critica contra los dirigentes" dice Kristin Diwan, del Arab Gulf States Institute en Washington.
Erdogan criticó la "impunidad" de los implicados
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometió que las autoridades harán lo posible para esclarecer el asesinato y criticó la "impunidad" que "parecen disfrutar" algunos de los responsables. "El asesinato del columnista de 'The Washington Post' Yamal Jashogi fue posiblemente el incidente más influyente y controvertido del siglo XXI, excluyendo los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001", dijo.
"Ningún otro acontecimiento desde el 11-S ha supuesto una amenaza tan grave para el orden internacional o ha desafiado las convenciones que el mundo ha dado por sentadas", señaló el mandatario, antes de incidir que es "una gran preocupación" que un año más tarde no se haya aclarado el caso. De esta forma, Erdogan resaltó que "del hecho de si son esclarecidos o no todos los aspectos de la muerte del periodista saudí determinará en qué tipo de mundo vivirán nuestros hijos".
Habló la prometida de Khashoggi
Hatice Cengiz, la pareja sentimental del periodista saudí Yamal Jashogi, ha asegurado este domingo que Arabia Saudí pagará el precio del asesinato. "Sigue siendo una parte muy importante de mi vida", ha aseverado Cengiz, que ha aseverado en una entrevista a la agencia de noticias DPA que "el dolor cambia de forma" y supone una "lucha".
"Jamal ni siquiera era una amenaza tan grande para ellos. Aunque tenía críticas sobre las cosas de Arabia Saudí realmente era un bello representante del país", manifestó. "Su asesinato solo ha hecho que Jashogi se convierta en una figura aún mayor, en un símbolo", agregó.
Por su parte, Salah Khashoggi, hijo del periodista, acusó a los "enemigos" de Riad de "explotar" el caso para cargar contra las autoridades del país árabe. "Pasó un año desde el fallecimiento de mi padre, un periodo durante el que adversarios y enemigos de la patria han explotado la causa de mi padre para socavar a mi país y mis líderes", dijo en Twitter. "Mi padre nunca toleró ningún abuso o intento de dañar (al país). No aceptaré que se use su memoria o su causa sean usadas para lograrlo después de su muerte", agregó.
HRW insta a hacer justicia
La organización Human Rights Watch (HRW) dijo que Arabia Saudí debe hacer justicia por su papel en el crimen y liberar a los críticos del Gobierno encarcelados, así como ofrecer una compensación y una disculpa a los familiares del periodista y poner fin a la persecución de los ciudadanos que expresan su opinión tanto en el país como en el extranjero.
"El príncipe heredero Mohammed bin Salman asumiendo la responsabilidad, pero no la culpa del asesinato de Jashogi es insuficiente", afirmó la directora de Oriente Próximo de HRW, Sarah Leah Whitson.
"Si habla en serio, el príncipe heredero y su Gobierno deberían proporcionar transparencia en el juicio en curso y revelar todo lo que saben sobre la planificación, ejecución y consecuencias del asesinato de Jashogi. En cambio, las autoridades saudíes están duplicando la presión y continúan silenciando las voces de saudíes independientes que Jashogi intentó defender", agregó.
Claves del caso
- Jamal Khashoggi, un periodista crítico con el régimen saudí que vivía fuera del país y que escribía para el diario 'The Washington Post', fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el interior del consulado de Arabia Saudí en Estambul, donde había acudido para hacer los trámites para poder casarse con su prometida.
- Tras varias declaraciones contradictorias sobre lo que le sucedió al periodista, el Gobierno de Arabia Saudita reconoció que fue asesinado dentro de la legación diplomática por funcionarios que terminaron desmembrando su cuerpo. A través de los meses se revelaron diversos detalles macabros sobre el asesinato.
- Los investigadores sauditas pidieron la pena de muerte para cinco de los once sospechosos detenidos por el asesinato del periodista crítico, que provocó la condena de la comunidad internacional y que dañó gravemente la imagen reformadora del príncipe heredero Mohammed.
- Mohammed bin Salman, hijo del rey Salman y hombre fuerte del gobierno, reconoció en un documental de la televisión estadounidense PBS, su "responsabilidad" en el asesinato porque el crimen sucedió bajo su "supervisión". Sin embargo, negó haber dado la orden.
D.S.