Agencias
Washington
El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el republicano John Boehner, anunció ayer abruptamente su renuncia a su cargo y a su escaño a partir del próximo 30 de octubre. En un breve comunicado, Boehner dijo que decidió dimitir porque “prolongar la crisis que vive el liderazgo haría un daño irreparable a la institución”.
Boehner, que lleva casi 25 años en el Capitolio, ha sufrido fuertes presiones del ala más conservadora de su partido y, según indicó, tenía pensado renunciar el año pasado, pero la inesperada derrota de su “número dos”, Eric Cantor, en las elecciones legislativas de noviembre pasado le hizo reconsiderar la decisión para dar continuidad a su proyecto.
Su gestión al frente de los republicanos de la Cámara baja se había tornado más tumultuosa a medida que ascendía el movimiento ultraconservador Tea Party, que lo criticó en numerosas ocasiones por considerarlo miembro del establishment del Capitolio.
Recientemente, más de 30 congresistas republicanos amenazaron con forzar un voto de no confianza sobre su posición como presidente de la Cámara, algo que podría haberlo obligado a buscar votos demócratas para mantenerse en el cargo.
Ayer, la prensa estadounidense llamó la atención sobre el detalle de que el dirigente anunció su decisión pocas horas después del histórico discurso del papa Francisco en el Capitolio. Según pudo verse, las palabras del Pontífice emocionaron hasta las lágrimas a Boehner.