Brasilia
Sólo después de haber tenido una conversación interceptada por la Policía Federal, Michel Temer decidió solicitar un teléfono protegido con criptografía.
Así lo reveló ayer el diario Folha de Sao Paulo, que precisó que el aparato le fue entregado al presidente por el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), que coordina las actividades de seguridad de la información del gobierno con apoyo de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN).
Desde que asumió, el año pasado, Temer nunca utilizó un teléfono de este tipo, de los llamados TSG (Teléfono Seguro).
Los TSG, dijeron fuentes de inteligencia a Folha, poseen un “dispositivo de criptografía para comunicaciones telefónicas y ofrece seguridad en el tráfico de voz y datos”.
Las llamadas entre dos teléfonos criptografados pueden ser interceptadas, pero el diálogo es ininteligible. Sin embargo, cuando un teléfono TSG se comunica con otro normal, la criptografía no funciona.
En la Operación Patmos, lanzada la semana pasada para comprobar los términos de la delación del empresario Joesley Batista, salió a la luz que la policía, por órdenes del Supremo Tribunal Federal (STF), había interceptado al menos una conversación de Temer con el diputado Rodrigo Rocha Loures, acusado de haber recibido sobornos del gigante cárnico JBS por indicación del propio presidente.