Al fin libre: el caso de la colombiana víctima de ELA que conquistó una "muerte digna"
Martha Sepúlveda, diagnosticada con la incurable Esclerosis Lateral Amiotrófica, batalló legalmente para conseguir poner fin a su vida. Finalmente, murió este 8 de enero en Bogotá.
Martha Sepúlveda murió el 8 de enero a los 51 años. |
CEDOC
Martha falleció en el Instituto Colombiano del Dolor, en la ciudad de Medellín, informó el Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en un comunicado.
"Desde @DescLABcol celebramos la vida de #MarthaSepulveda y su legado. La lucha por tomar el control sobre el fin de la vida continúa y no acabará hasta que podamos acceder a una muerte médicamente asistida de acuerdo con su voluntad y sin barreras", dijo la organización.
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Un juez despejó el camino para que pueda someterse a la eutanasia el pasado 28 de octubre, y ordenó a una institución médica que le diera asistencia para que muera "dignamente".
Martha tenía previsto morir de manera asistida el 10 de octubre, pero un comité médico del Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) había anulado su eutanasia en el último momento, alegando que tenía expectativas de vida más altas que las que había estimado inicialmente.
Comenzó entonces la batalla legal para que la mujer pudiera hacer valer sus derechos en el único país de América Latina donde la muerte asistida está despenalizada.
"Si es desde el plano espiritual, yo estoy totalmente tranquila (...) Cobarde seré, pero no quiero sufrir más, estoy cansada", había dicho en una entrevista difundida por Caracol Televisión el 3 de octubre.
La Iglesia católica le pidió a Martha "reflexionar sobre su decisión", pues "la muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor y al sufrimiento en ningún caso", de acuerdo a un comunicado.
Su eutanasia recibió luz verde por tratarse de una paciente con "enfermedad incurable avanzada", "síntomas físicos y/o psicológicos que generan sufrimiento" y "capacidad para la toma de decisiones", señaló Incodol.
Un día antes de la eutanasia de Martha, el colombiano Víctor Escobar decidió morir y hacerlo público, para convertirse en el primer latinoamericano en terminar su vida sin ser enfermo terminal.
A pocas horas de apagar su vida el hombre de 60 años celebró "ganar una batalla" legal de más de dos años para descansar de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica que le impedía respirar por sus propios medios.
"Poco a poco le va llegando el turno a cada uno, entonces no digo adiós sino hasta luego. Y poco a poco nos iremos encontrando donde Dios nos tenga", reflexionó Escobar, quien murió en Cali bajo asistencia médica.
Colombia despenalizó la muerte asistida en 1997 y en julio de 2021 la justicia amplió el "derecho a la muerte digna" para pacientes que no estén en fase terminal. Es el primer país latinoamericano en dar ese paso y uno de los pocos en el mundo pese a su tradición católica, pero aún quedan vacíos que impiden el cumplimiento de ese mandato en este país de tradición conservadora.
Según cifras oficiales, 157 personas recibieron la eutanasia en el país, todos ellos en la fase terminal de una enfermedad.
