Oviedo - El premio Nobel de la Paz Al Gore pidió el viernes "valentía moral" para hacer frente al cambio climático al recibir el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2007 en Oviedo (Asturias, norte).
"Estamos chocando con el tejido ecológico que sustenta la vida misma, tenemos que asumir esta verdad y encontrar la valentía moral para actuar" con el fin de revertir el cambio climático, afirmó Gore, ante el heredero de la Corona española, el príncipe Felipe, y esposa, Doña Letizia Ortiz.
El ex vicepresidente estadounidense, reconvertido en adalid de la lucha contra el cambio climático al frente de su Alianza para la Protección del Clima, pidió un gran "consenso" para concientizar sobre este problema, porque "nos enfrentamos a la misma amenaza".
"Tenemos todo lo necesario para salvar la integridad de nuestro planeta excepto la voluntad política", dijo Gore, que añadió que "afortunadamente, la voluntad política es un recurso renovable".
El ex vicepresidente estadounidense entre 1993 y 2001 recibió su galardón de manos de Don Felipe, cuyo título de Príncipe de Asturias da nombre a los premios, en el curso de una ceremonia en el teatro Campoamor de Oviedo, capital de esta región del norte de España.
Gore ha llevado a cabo "acciones comprometidas y de enorme repercusión para la preservación del medio ambiente", afirmó el heredero de la Corona española, tras entregar al ex vicepresidente estadounidense el premio de Cooperación Internacional.
Al hablar de la necesidad de "conocer la verdad", Gore no dudó en referirse a otros de los galardonados, el Museo del Holocausto de Jerusalén, cuyo presidente, Avner Shalev, recogió el premio de la Concordia, acompañado por varios supervivientes de la Shoa.
"En este premio hallamos la victoria de la tolerancia sobre el racismo, del amor sobre el odio, del bien sobre el mal", dijo Shalev. El minuto de silencio que solicitaron los sobrevivientes en memoria de los seis millones de judíos asesinados por los nazis fue uno de los momentos más emocionantes de la tarde. El público presente en el teatro Campoamor, puesto en pie, aplaudió a estas personas que vivieron en sus carnes el Holocausto.
"La lucha contra los que siguen el camino de los nazis no compete únicamente a un organismo, a un pueblo o a una religión. Se trata de una lucha conjunta de toda la humanidad, en la que Yad Vashem (el museo del Holocausto) desempeña una función primordial de vanguardia", añadió Shalev.
En favor de la paz, esta vez en Oriente Medio, también abogó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el escritor israelí Amos Oz, para quien "mientras los árabes ven en los israelíes a los nuevos cruzados, la nueva reencarnación de la Europa colonialista, muchos israelíes ven en los árabes la nueva personificación de nuestros perseguidores de pasado: los responsables de los pogroms y los nazis".
Gore, Oz y Shalev fueron los encargados de hablar en nombre de todos los premiados, entre los que estaban también el siete veces campeón del mundo de Fórmula Uno alemán, Michael Shumacher, premio del Deporte, y el sociólogo y economista alemán Ralf Dahrendorf, premio de Ciencias Sociales.
Las revistas Science y Nature ganaron el premio de Comunicación y Humanidades, mientras que los biológos español Ginés Morata e inglés Peter Lawrence ganaron el premio de Investigación Científica y Técnica, y el cantante estadounidense Bob Dylan se alzó con el de las Artes.
El príncipe Felipe hizo un elogio de cada uno de ellos antes de dar por finalizada la ceremonia, en la que también estuvo presente la reina Sofía, esposa del rey Juan Carlos.
Los premios Príncipe de Asturias, instituidos en 1981, se entregan cada año para "galardonar la labor científica, cultural y social realizada en el ámbito internacional, especialmente en la comunidad iberoamericana de naciones, por personas, equipos de trabajo o instituciones cuyos logros constituyan un ejemplo para la Humanidad".
Fuente: AFP