Más de 1.000 personas podrían haber muerto por el sismo y tsunami que impactó el viernes en Japón, informó la agencia de noticias local Kyodo.
Por su parte el Ministerio de Defensa dijo que 1.800 viviendas habían sido destruídas en la prefectura de Fukushima por el fenómeno natural que arrasó con todo lo que se interpuso en su camino.
Las autoridades de Fukushima (noreste) ordenaron a 2.000 personas evacuar la región donde se encuentra una planta nuclear, unas horas después del terremoto de magnitud 8,9 que golpeó esa zona, informaron las autoridades locales. Además, una gran explosión se produjo en un complejo petroquímico de la ciudad de Sendai.
Mientras tanto, la cifra de muertos no era definitiva. Entre 200 y 300 cadáveres fueron hallados este viernes en la costa de Sendai, en la prefectura de Miyagi (nordeste de Japón). La policía supone que se trata de cadáveres de residentes que murieron ahogados por el maremoto de diez metros de alto que alcanzó la zona, completó la agencia Kyodo.
A esto se suman docenas de desaparecidos, entre ellos los cerca de cien pasajeros de un barco que fue arrastrado por las aguas en la costa oriental, poco después de haber partido del puerto de Ishinomaki, en la provincia de Miyagi.
El jefe de gabinete Yukio Edano pidió a la gente que pasara la fría noche en lugares seguros. "Por favor, ayúdense unos a otros y actúen con calma", dijo en una conferencia de prensa.
Referentes políticos japoneses solicitaron un presupuesto de emergencia para colaborar con los esfuerzos de rescate, después que el primer ministro Naoto Kan les dijo que tenían que "salvar al país", indicó Kyodo. Japón ya es la economía más endeudada del mundo, por lo que cualquier esfuerzo de financiar la reconstrucción será observado de cerca por los mercados financieros. El viernes caían las bolsas de todo el mundo.
China y Estados Unidos ofrecieron inmediatamente asistir al país insular con rescatistas y con petróleo. En tanto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó su solidaridad en una carta en nombre del pueblo argentino.
Aunque primeramente se habían emitido alertas de tsunamis para todo el Pacífico, más tarde fueron levantadas para país muy poblados, como Australia, Nueva Zelanda y Taiwán. En Indonesia, el volcán Karangetang, uno de los más activos del país, entró en erupción en la islas Célebes horas después del sismo.
Los países de América Latina con costas sobre el Pacífico se preparaban, con llamados en unos casos a la calma y en otros a la evacuación, a la llegada de un tsunami tras el desastre en Japón.
Un temblor de 5.1 grados se percibió hoy a 27 km en Chile, al suroeste de la localidad de Socaire, en la región de Atacama, mientras que ese país se encuentra en alerta de tsunami como consecuencia del terremoto en Japón.
