El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, no participó de la ceremonia oficial con motivo del Día de la Bandera del país que gobierna. Sumado a esto, no fue visto en público en los últimos cinco días. Su ausencia sorpresiva en el acto, la primera en 29 años, llevó a especulaciones sobre que está "gravemente enfermo", siendo que incluso algunos sospechan que haya muerto.
Lukashenko, de 68 años y aliado de Vladimir Putin, fue sustituido por el primer ministro Roman Golovchenko en el acto principal para rendir homenaje a tres símbolos patrios, entre ellos la bandera y el himno. De pie en una plaza central de Minsk, capital del país, Golovchenko felicitó a los bielorrusos en nombre del presidente. La televisión pública lleva días sin emitir imágenes actuales del mandatario, aunque sí transmitió su mensaje de felicitación por la fecha. Sin embargo, contrario a las tradiciones, tampoco saludó a los veteranos de guerra el 9 de mayo.
Quién es Aleksandre Lukashenko, “el último dictador de Europa” y aliado de Putin
El presidente bielorruso fue visto por última vez el pasado martes cuando viajó a Moscú para participar de las celebraciones en conmemoración de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en 1945. En aquella oportunidad, diversos periodistas notaron que el mandatario parecía cansado e incluso tenía su mano vendada.
En ese sentido, Andrei Kolesnikov, un reportero del diario ruso Kommersant, escribió que Lukashenko "no se veía bien" y que tuvo que ser conducido cerca del Kremlin en un automóvil eléctrico. Asimismo, parecía desorientado e incluso se retiró antes de la finalización de la ceremonia, aunque no hay información oficial al respecto.
Sumado a esto, el funcionario no asistió a un almuerzo organizado por Putin, en el cual participarían los líderes de Armenia y de los países del centro de Asia. Según informaron distintos medios, su par ruso habría estado sorprendido por la condición de Lukashenko en Moscú y habría intentado llamarlo cuando regresó a Minsk, pero sin éxito.
En los últimos días medios independientes bielorrusos habían informado de la hospitalización de Lukashenko. Al respecto, se rumoreó sobre que el presidente se encontraba en un estado crítico, pero ninguna fuente confirmó eso. En esa línea, los voceros de Lukashenko no comentaron sobre su paradero reciente.
"En un coma médico" o envenenado: los rumores sobre el estado de Lukashenko
A raíz del silencio por parte de fuentes oficiales y de la ausencia de Lukashenko, algunos rumores sugirieron que el presidente bielorruso estaría internado en una clínica de lujo en Minsk, posiblemente en un "coma médico". Otras versiones indicaron que sufrió un infarto de miocardio o problemas relacionados con el Covid.
También se especula que haya atravesado una cirugía "no placentera" sin relación con su corazón, siendo que ya se encontraría estable. En ese sentido, canales de Telegram rusos sugirieron que el mandatario estaría enfermo con una "condición de larga duración pero no especificada" que requiere una intervención quirúrgica.
Al respecto, un canal afirmó: "El líder bielorruso está en el hospital, lo están preparando para una operación o incluso la operación ya fue realizada". En esas líneas, algunos reportes indicaron que debe realizarse una cirugía en Occidente, a la cual no habría podido acceder debido a las sanciones por su manipulación de las elecciones presidenciales de Bielorrusia de 2020 y por apoyar a Putin en la guerra contra Ucrania.
Por su parte, la fuente ucraniana Unian alegó que el dictador con sobrepeso, que ha gobernado Bielorrusia durante casi tres décadas, sufre "dolencias muy graves del sistema endocrino y enfermedades cardíacas". Sumado a esto, fuentes rusas creen que en el pasado Lukashenko habría fingido una enfermedad para evitar ser intimidado por Putin.
Otra de las teorías sostiene que el hombre fue envenenado. Algunos medios, como el británico Mirror, publicaron que Lukashenko pudo haber sido envenenando durante el Día de la Victoria de Rusia, donde fue visto por última vez, por lo que luego habría abandonado Moscú en una ambulancia.
Imágenes de los días previo a su desaparición lo muestran caminando de manera lenta y rara junto a sus tres hijos. En un momento, Lukashenko sostuvo su mano cerca de su pecho, ante lo que su hijo Viktor le dio una mirada preocupada, mientras que su otro hijo Nikolai apretaba los puños.
El opositor exiliado Pavel Latushko, exministro de Cultura, sostuvo el viernes que Lukashenko "evidentemente está muy gravemente enfermo" y resaltó que "no queda nada" de la imagen de hombre fuerte cultivada desde que llegó al poder en 1994. "Ya no puede ni andar escasos 100 metros. No puede dar discursos y ni siquiera puede tenerse de pie en los estrados", aseguró. "Necesita una operación urgente de rodilla", añadió el opositor en declaraciones a NV Radio.
Además, plantó sospechas sobre la desaparición repentina del presidente: "¿Hace cuatro días que se fue. ¿Enfermo, envenenado, simulando?". Y concluyó: "Nosotros (la oposición) estamos trabajando en la implementación de un plan en caso de la muerte de Lukashenko".
