INTERNACIONAL
Narices en peligro

Algo huele mal (pero muy mal) en Israel...

La policía suma denuncias de maltrato. Por eso inventaron un líquido que -aseguran- tiene "el peor olor jamás esnifado". Con el esperan reducir delincuentes sin molerlos a palos.

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| BBC

Ante la múltiples denuncias que recibe por el "uso desproporcionado de la fuerza", sobre todo en sus intervenciones en Cisjordania, la policía israelí está decidida a suavizar un poco sus duros métodos. Es por eso que puso sus científicos a trabajar y han creado un líquido apestoso para detener a delincuentes, evitando de esa manera la triste obligación de tener que romperles varios huesos para reducirlos.


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Lo curioso es que el líquido en cuestión es la suma de los peores aromas jamás esnifados por la nariz humana. Lo han llamado "Skunk", es un arma nueva no letal, altamente eficiente y muy agresiva. Skunk que quiere decir zorrillo o mofeta, en inglés, es una mezcla de olores nauseabunda que permanece hasta una semana pegado al pobre sujeto que lo reciba.

Imagínese el peor, el más fuerte olor que jamás haya sentido. Una mezcla de carne podrida y medias sucias que no han sido lavadas por semanas, combinado con el hedor de una cloaca. Ahora imagine que lo mojan con un líquido que tiene ese olor, disparado por un cañón de agua.

Y aún más: imagine no ser capaz de liberarse de ese olor durante una semana, por más jabón que use y por más agua que corra por su cuerpo. La belleza de "Skunk" -si "belleza" es la palabra adecuada- es que dicen que es completamente orgánico y no artificial.

No hay sustancias químicas ilegales ni otras sustancias prohibidas; es una mezcla desagradable de levadura, levadura en polvo y otros ingredientes "secretos". La policía israelí espera poder hacer de "Skunk" un producto comercial y venderlo a otras fuerzas policiales en el mundo.

El superintendente David Ben Harosh trata al "Skunk" como su proyecto favorito. La forma en la que abrazaba la botella del líquido sucio y verde mientras hablaba con los cronistas de la BBC era extraña: a mucha gente le costaría acercarse más de un metro a la misma.

"Es totalmente inocuo, incluso puede beberse", dijo Harosh como si estuviese sugiriéndome que le dé un sorbo. Un periodista a veces hace cosas extremas para demostrar la autenticidad de una historia. Pero no siempre. Los grupos de derechos humanos todavía están debatiendo las condiciones de "Skunk".

Ya hay quejas por la manera arbitraria en la que las personas que pasan casualmente donde el líquido es esparcido podrían ser empapadas, y sufrir las consecuencias durante días.

Fuente: BBC mundo