La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional repudió ayer la condena a muerte contra el ex presidente iraquí Saddam Hussein y contra otros dos ex responsables del país.
El caso ha sido "sórdido, marcado por graves errores que ponen en duda la capacidad del tribunal (...) de administrar una justicia justa, en conformidad con las cánones internacionales", declaró en un comunicado Malcolm Stuart, director del programa para Oriente Medio y el norte de Africa.
Según el responsable, "el proceso debería haber contribuido al establecimiento de la justicia y la autoridad de la ley en Irak, y haber establecido la verdad y la responsabilidad de las graves violaciones de derechos humanos cometidas bajo el régimen de Saddam Hussein".
El ex presidente iraquí fue condenado el domingo por el Alto Tribunal Penal iraquí a morir en la horca, por su responsabilidad en la ejecución de 148 chiitas de la localidad de Dujail (norte de Bagdad) en los años 80.
Otros dos de los siete coacusados han sido condenados a muerte, el hermanastro de Saddam, Barzan al Tikriti, y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad Ahmed al Bandar.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) exhortó al gobierno iraquí a permitir que el ex presidente y sus coacusados apelen el fallo judicial.
Hussein y sus coacusados pueden recurrir a un procedimiento automático de apelación, lo que podría retrasar varios meses la ejecución de las sentencias.
Por otro lado, fuentes judiciales confirmaron que Saddam será ahorcado, y no fusilado como el prefería.