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Aprobó la construcción del oleoducto que había bloqueado Barack Obama

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Firma. El presidente suscribe la autorización en la Casa Blanca. | AP
Donald Trump autorizó ayer la construcción de un polémico oleoducto con Canadá, que Barack Obama había bloqueado por razones ambientales, y aseguró que la obra “generará millones de empleos”.
La decisión fue bien recibida por empresarios vinculados al proyecto y duramente criticada por organizaciones ambientalistas, que advirtieron que el gasoducto no se realizará nunca.
“Hoy es un gran día para los empleos en Estados Unidos y un momento histórico para América del Norte y la independencia energética”, dijo Trump en la Casa Blanca al dar la autorización a la empresa canadiense TransCanada para la construcción del oleoducto Keystone XL.
Según la empresa, el oleoducto demandará una inversión de 15 mil millones de dólares y generará 42 mil empleos durante su construcción.
El presidente lamentó que la obra se ha demorado “demasiado” por las protestas. “Son mucho más seguros los oleoductos que otras formas de transporte”, afirmó.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también se declaró “muy feliz” por la decisión y enfatizó el deseo de Canadá de ser socio de Washington para ayudarle a asegurar sus provisiones energéticas. “Encaminar nuestra producción hasta los mercados es esencial para el crecimiento económico canadiense”, afirmó en una conferencia de prensa en Montreal.

Recorrido. El Keystone XL atravesará unos 500 kilómetros de territorios canadienses desde Alberta, en Canadá, y unos 1.400 dentro de Estados Unidos, hasta refinerías en el Golfo de México. Según sus defensores, transportará unos 830 mil barriles diarios de crudo.
Trump hizo de la construcción de infraestructuras una de las bases para impulsar el crecimiento económico del país y, de hecho, sólo cuatro días después de llegar al poder, firmó una acción ejecutiva que resucitaba la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, otro polémico proyecto.
En la campaña, Trump logró cosechar una gran cantidad de votos en las zonas mineras del país, que se sentían amenazadas por las regulaciones aprobadas por Obama para reducir las emisiones de carbono y luchar contra el cambio climático.
Greenpeace advirtió que el oleoducto “no verá la luz”, dijo Mike Hudema, de la rama canadiense de la organización.