Este miércoles, el papa Francisco afirmó sin titubeos que el mundo "está en guerra" al recordar el cruel asesinato del sacerdote dentro de una iglesia en Francia, aunque precisó que "no se trata de una guerra de religión". "Se habla de inseguridad, pero la palabra verdadera es guerra", dijo al comentar el degollamiento del anciano religioso.
"Cuando hablo de guerra, hablo de guerra de intereses, por el dinero, por los recursos de la naturaleza y no de guerra de religión. Todas las religiones queremos la paz", precisó el Sumo Pontífice.
En este marco, Perfil.com entrevistó al analista internacional especializado en terrorismo Horacio Calderón, quien avaló las expresiones del Papa y aportó severas advertencias para nuestro país.
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"Desde hace tiempo que insisto en la amenaza del terrorismo yihadista, como el de Al Qaeda, o ISIS, o con cualquiera que esté enrolada en la misma ideología. Se trata de una problema global porque no tiene fronteras", ilustró.
Y agregó: "Argentina sufrió un atentado en 1992 y otro en 1994 relacionado con conflictos en Medio Oriente. Decir que estamos exentos, es realmente una falla directa del más simple razonamiento. En la Triple Frontera hay presencia de grupos criminales, muchos de los cuales trabajan para organizaciones terroristas. Argentina no tiene porqué estar exceptuada. La preparación para un posible ataque terrorista no está en reprimir, sino en la previsión, la inteligencia previa, la contrainteligencia, se trata de todo un ciclo".
Calderón alertó no obstante que Argentina carece de un equipo especializado en este campo. "En Argentina habrá 4 o 5 especialistas, no mucho más y dudo que hayan estado en funciones al menos hasta ahora. Hay que capacitar al personal de las fuerzas de seguridad en este tipo de amenazas como las que lanza por ejemplo ISIS", puntualizó.
El analista informó sobre una matriz de cuatro dimensiones en el tipo de operaciones terroristas:
Atentados terroristas ordenados por el Comando Central de Al Qaeda o ISIS.
Células entrenadas que no necesariamente reciben órdenes de ese Comando Central pero se sienten con la capacidad para organizar atentados, sin asistencia central.
Son los lobos solitarios o célulares "caseras" que no necesariamente tienen relación del tipo logístico, pero siguen instrucciones precisas sugeridas desde publicaciones sobre cómo operar.
Los psicópatas, que no tienen relación alguna con ninguna organización, como el del shopping en Munich, pero que tenían antecedentes y desarrollan patrones como de "copycat", y copian acciones criminales previas.
Por último, respecto de la seguridad del propio papa Francisco, manifestó: "El Papa cuenta con información de inteligencia que no contamos nosotros. Para él, el degüello del padre francés fue una demostración que trascendió todos los límites. La Iglesia Católica tiene el mejor servicio de inteligencia. Tienen fuentes en todo el mundo. Francisco está muy bien informado".
