Las cifras sobre el coronavirus en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro reporta solo diez muertes, son “absurdas”, dijo Human Rights Watch (HRW) al presentar un informe conjunto con los Centros de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins.
“Creemos que las cifras, las estadísticas que proporciona el gobierno de Venezuela, las estadísticas de Maduro, son absolutamente absurdas y no son creíbles”, aseguró en una videoconferencia José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, al presentar el tercer informe de ambas organizaciones sobre la situación humanitaria en el país sudamericano.
Según Kathleen Page, médica y profesora asociada de la escuela de medicina de la Universidad Johns Hopkins que entrevistó a numerosos médicos y enfermeros venezolanos para el informe, una proyección conservadora indica que al avanzar la pandemia Venezuela podría llegar a tener “por lo menos 30 mil” muertos.
“En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales”, donde “el sistema de salud está colapsado totalmente”, donde hay “hacinamiento en barrios y cárceles, que en esas circunstancias solo existan mil contagiados y solo diez muertos no nos parece creíble”, indicó Vivanco.
Según el gobierno venezolano, hasta el domingo pasado el virus dejó 1.121 contagiados y diez fallecidos en el país de 30 millones de habitantes.
Sin agua, sin jabón, sin alcohol. Page dijo que el gobierno reportó haber hecho más de 300 mil pruebas para el coronavirus, pero el tipo de tests que utiliza (serológico) tienen un alto índice de falsos negativos cuando alguien está infectado.
“Venezuela tiene 30 millones de habitantes, y con las condiciones actuales, cuando un 25% de la población carece de agua corriente de manera continua y debe salir a buscarla, un estimado conservador es que 1% de la población se infecte con el virus”, dijo.
“Si 1% de la población está infectada con coronavirus serían 300 mil casos, y si el 10%, como hemos indicado, puede sufrir, o el 20% sufre coronavirus serio, y de esos (300 mil) el 10% muere por no tener acceso a cuidados médicos, serían por lo menos 30 mil muertos. Y digo eso siendo sumamente conservadora”, afirmó la especialista.
Tras la videoconferencia, Page recordó que en Estados Unidos, donde existen mayores medidas de higiene que en Venezuela y hay un nivel de tests amplio, se han confirmado casos en 0,5% de la población.
La mortalidad por casos en los países más afectados todos ellos con sistemas de salud altamente desarrollados es de entre 5,9% y 16,3%. En base a eso, Page estima que por lo menos el 10% de los casos estimados podrían resultar en muertes en Venezuela.
Page contó que “en este momento en Venezuela el 60% de los hospitales indican que no tienen guantes o mascarillas” y “más del 70% no tiene acceso a agua, o jabón o alcohol en gel”.
“Es una situación realmente dantesca, donde los médicos tienen que traer su propia agua para lavarse las manos o para tomar” y donde los pacientes tampoco tienen agua, relató.
“Uno de los cirujanos me contó que tenía que lavarse las manos con el agua que cae del aire acondicionado” para prepararse antes de una cirugía, dijo.
“Una bomba de tiempo”. Otros médicos y enfermeras le informaron del olor nauseabundo, “a heces, a vómitos, a orín” en hospitales, con los familiares de pacientes limpiando baños, y que a veces se pide a los pacientes que salgan al jardín a hacer sus necesidades, añadió.
“Esto le hace a uno pensar si es mejor quedarse en casa o ir a un hospital” donde existe el riesgo de contraer otras infecciones, afirmó.
Venezuela, devastada por una crisis sin precedentes y sin agua corriente de manera continua en 70% de sus hospitales, tiene “una dictadura que reprime” a periodistas y personal médico que intenta informar sobre lo que ocurre, y que “oculta cifras”, dijo Vivanco.
“Es una verdadera bomba de tiempo”, alertó.
Louis Charbonneau, un director de HRW, pidió “presionar para que Venezuela abra sus puertas a una respuesta humanitaria liderada por la ONU que llegue a todo el país.