La larga lista de los enemigos de Vladimir Putin que murieron en situaciones confusas
En las últimas horas se conoció la muerte de Alexéi Navalny, principal opositor del presidente ruso. Más de una decena de adversarios o críticos de su gobierno fueron asesinados desde su llegada al poder y otros están en prisión. Sus casos.
Vladimir Putin |
AFP
Alexéi Navalny, principal opositor del presidente ruso Vladimir Putin, falleció este viernes 16 de febrero en una cárcel del Ártico por motivos aún desconocidos. Su caso no es el primero ni el único: muchas otras personas que por algún motivo se enfrentaron al líder del Kremlin sufrieron consecuencias devastadoras en circunstancias no esclarecidas.
Desde que Vladimir Putin llegó al poder en el año 2000, cientos de activistas de derechos humanos, opositores o periodistas fueron etiquetados de "agentes del extranjero". Tal fue el caso en febrero de Oleg Orlov, del ex primer ministro exiliado Mijaíl Kasianov y del redactor jefe de Novaya Gazeta, Dmitri Muratov.
Alexei Navalny.
Periodistas, empresarios, activistas y ex espías: la lista de muertes presuntamente vinculadas al Kremlin
Navalni fue, durante más de una década, acosado, envenenado y encarcelado. Finalmente murió a los 47 años en una colonia penitenciaria del Ártico, donde cumplía una pena de 19 años de prisión acusado de "extremismo".
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Este activista contra la corrupción, exabogado moscovita, había sido víctima en 2020 en Siberia de un grave envenenamiento que atribuía al Kremlin, que siempre lo negó.
Al regresar a Rusia en enero de 2021 después de estar en Alemania, fue detenido y su organización anticorrupción FBK fue cerrada por "extremismo".
En octubre de 2006, Anna Politkóvskaia fue asesinada en el vestíbulo de su edificio en Moscú. La periodista de Novaya Gazeta, principal medio de comunicación independiente del país, había documentado y denunciado durante años los crímenes del ejército ruso en Chechenia.
Natalia Estemirova fue otra periodista que investigaba con Politkóvskaia y fue encontrada sin vida tres años después del deceso de su colega. Murió de un disparo cuando estaba en un bosque cerca de su casa.
Yuri Shchekochikhin, periodista de investigación que indagaba sobre una trama de corrupción dentro del servicio secreto ruso, murió en 2003 en en su departamento por un alérgeno no identificado.
El editor en jefe del diario estatal Komsomolskaya Pravda, Vladimir Nikolayevich Sungorkin, murió de un derrame cerebral durante un viaje, pero su autopsia reveló signos de asfixia.
El ex viceprimer ministro Boris Nemtsov se convirtió en uno de los principales detractores de Putin en la década de 2000. En febrero de 2015, menos de un año después de oponerse a la anexión de Crimea, fue asesinado de cuatro disparos en la espalda en un puente a pocos metros del Kremlin. Tenía 55 años.
Sus partidarios acusan al dirigente checheno Ramzan Kadirov de haber dado la orden, lo que él niega. Cinco chechenos fueron condenados por este asesinato, sin que se identificara oficialmente al autor.
Alexander Litvinenko fue otra de las víctimas presuntamente atribuidas al régimen de Vladimir Putin. El ex jefe del servicio secreto ruso (FSB) murió en 2006 tras ser envenenado con polonio radiactivo, una de las técnicas más utilizadas en estos casos.
Litvinenko había denunciado durante años los asesinatos de inocentes por parte de sus superiores y hasta responsabilizó a Putin por la organización de un atentado terrorista con su llegada al poder.
Serguei Skripal, también ex espía ruso, murió en 2018 y el principal señalado es un agente de inteligencia. El hombre había trabajado también para el gobierno de Reino Unido y habría generado furia en el presidente de Rusia.
Boris Berezovksy, un famoso empresario multimillonario y reconocido opositor al gobierno de Vladimir Putin desapareció y su cuerpo fue hallado en marzo de 2013, en la casa de su ex pareja en Berkshire.
El también empresario Nikolai Glushkov, cercano a Berezovsky, fue asesinado en marzo de 2018. Había recibido una serie de condenas por robo, fraude y blanqueo de capitales.Si bien en principio se estableció que fue un suicidio, años después un informe patológico reveló que las lesiones eran “consistentes con una sujeción del cuello” y que el agresor “estaba detrás de la víctima”.
Ivan Pechorin, director gerente de la Corporación de Desarrollo del Ártico y el Lejano Oriente de Rusia, murió tras “caerse por la borda” mientras navegaba frente a la costa del Pacífico del país.
Ravil Maganov, presidente de la petrolera rusa Lukoil, tuvo una trágica muerte en 2022 al caer de una ventana del Hospital Clínico Central de Moscú donde se encontraba internado.
Otros críticos fueron encarcelados o corren el riesgo de serlo, como Oleg Orlov, figura de la defensa de los derechos humanos y de la emblemática ONG Memorial, cuyo nuevo juicio se abrió el viernes en Moscú.
Se enfrenta a hasta cinco años de prisión por sus denuncias de la ofensiva militar en Ucrania, inciada en febrero de 2022.
Vladimir Kara Murza, de 42 años, antiguo opositor, afirma haber sobrevivido a dos envenenamientos. En abril de 2023 fue condenado a 25 años de cárcel en un juicio a puerta cerrada, por difundir "información falsa" sobre el ejército ruso. Está cumpliendo su condena en Siberia.
Ese mismo mes, Ilia Iachin, de 39 años, fue condenada en apelación a ocho años y medio de cárcel por haber denunciado "el asesinato de civiles" en la ciudad ucraniana de Bucha, cerca de Kiev, donde el ejército ruso fue acusado de atrocidades, lo que Moscú niega.
Acusada de haber "creado una organización extremista", Ksenia Fadeieva, de 31 años, exdiputada aliada de Navalni, también fue condenada a finales de 2023 a nueve años de prisión.
En junio de 2023, Lilia Chanicheva, primera colaboradora de Navalni en ser juzgada por crear una "organización extremista", fue condenada a siete años y medio de reclusión.
Los opositores a Vladimir Putin que decidieron exiliarse
La mayoría de los principales opositores que permanecen en Rusia están encarcelados. Los demás huyeron o se exiliaron, como el excampeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov.
Mijaíl Jodorkovski, exmagnate del petróleo, pasó diez años en la cárcel por haberse opuesto a Putin a principios de los años 2000. Después de su liberación en 2013, se instaló en Londres, desde donde financia plataformas de oposición.
Muchos partidarios de Jodorkovski, pero también de Navalni, abandonaron Rusia a partir de 2021, año que marcó una fuerte aceleración de la represión, acentuada desde la ofensiva en Ucrania.
Moscú también aumenta la presión sobre los disidentes en el exilio. En febrero se abrió una investigación en Rusia contra el escritor Boris Akunin, exiliado desde 2014 en Londres, por "difusión de informaciones falsas" sobre el ejército y "llamamiento al terrorismo".
