Julian Assange, el fundador de WikiLeaks se ha convertido en una estrella global, con la revelación de miles de cables secretos de la diplomacia estadounidense. Pero el costo a pagar por esa "hazaña mediática" promete ser alto, y Assange no sólo está muy cerca de ir a prisión por una denuncia de "violación" en Suecia, sino que ya son varias las voces políticas que piden para él la pena de muerte. El más audaz fue Thomas Flanagan, asesor del primer ministro canadiense, Stephen Harper, que dijo que el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) "debería fijar una recompensa para quien asesine a Assange o eliminarlo utilizando un avión no tripulado".
Pero no fue el único que quiere ver muerto a Assange, ya que el ex gobernador de Arkansas y candidato republicano a la Presidencia, Mike Huckabe, también reclamó que el creador de WikiLeaks sea condenado a muerte. "En virtud del daño causado a años de trabajo de la diplomacia estadounidense, y por poner en peligro vidas de muchos funcionarios, una pena menor a la capital sería demasiado ligera", indicó Huckabe.
Por su parte, el presentador de la cadena de televisión Fox, William O'Reilly, dijo que estaba de acuerdo con quienes esperan que Assange sea finalmente ejecutado. La estrella republicana y ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, comparó a Assange con los líderes de Al Qaeda. "No sé por qué no se lo persigue con la misma urgencia que perseguimos a Al Qaeda y a los líderes talibanes", precisó.