Una serie de atentados con explosivos causaron hoy al menos 80 muertos y 150 heridos en varios mercados de la ciudad turística india de Jaipur, en el noroeste de la India, informó el primer ministro del estado de Rajastán.
"Tememos noticias de 80 muertos", aseguró el ministro del Interior del estado de Rajastán, Gulab Chand Kataria, quien añadió que la Policía detuvo un sospechoso que "está siendo investigado".
Según las imágenes de televisión, una de las bombas estalló cerca de un templo hindú, dejando bicicletas y otros vehículos destrozados en medio de manchas de sangre.
"No toleraremos semejantes acciones", dijo el primer ministro de Rajastán, Vasundhara Raje. La Policía dijo que las siete explosiones se produjeron en intervalos de unos minutos en esa localidad a unos 260 kilómetros de Nueva Delhi.
"Se trata de un atentado terrorista. No hubo información" de inteligencia que lo anticipara, dijo a la televisión el director general de la Policía, A.S. Gill. Las autoridades indias suelen acusar de este tipo de ataques a los militantes islamistas con base en Pakistán.
"Los responsables de estos ataques tienen conexiones con el extranjero", denunció el viceministro del Interior del estado, Shriprakash Jaiswal, aunque evitó señalar directamente con el dedo a la vecina Pakistán.
El primer ministro de India, Manmohan Singh, condenó los hechos y pidió calma. El gobierno de Estados Unidos condenó rápidamente los atentados. "Aún estamos recabando información, pero por los datos que tenemos, está bastante claro que estas bombas trataban de acabar con vidas inocentes y eso lo condenamos claramente", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
La ciudad histórica de Jaipur, que tiene una población de más de dos millones, es uno de las principales lugares turísticos de India y uno de los favoritos de los extranjeros. Las fronteras del estado fueron cerradas y se lanzó la alerta en Rajastán y en las zonas lindantes, informó la Policía, que precisó que no se habían producido acciones de represalia y llamó a la calma.
"Hay paz en la ciudad, nadie debe preocuparse", dijo Arvind Jain, un alto responsable policial, a la cadena de televisión NDTV.
Jaipur es popularmente conocida como la "ciudad rosa" por el color de sus viejos edificios y los muros de la ciudad. India ha sufrido decenas de atentados de los que acusa normalmente a los grupos islámicos del estado indio de Cachemira.
En los últimos nueve meses un atentado dejó 43 muertos en Hyderabad, otro mató a 6 en un cine del estado de Punjab y otro, también múltiple, acabó con la vida de 13 personas en tres ciudades del norte.
Los atentados coinciden con el décimo aniversario de los ensayos nucleares indios en Rajastán, pero no está claro que guarden relación con la efeméride. Algunos analistas creen que algunos grupos extremistas musulmanes están tratando de avivar la tensión entre comunidades para hacer descarrilar el proceso de paz entre India y Pakistán y poner trabas al espectacular crecimiento económico indio.