ap/afp
Ferguson
Aunque la tensión disminuyó considerablemente en las últimas horas, un pequeño grupo de personas volvió a manifestarse pacíficamente ayer en Ferguson por la muerte del adolescente negro Michael Brown, de 18 años, a manos de un policía. La marcha se detuvo en el lugar donde el joven fue asesinado por el agente Darren Wilson, dejando flores y mensajes de condolencias para la familia. Si se mantiene la calma, el lunes se celebrará el funeral del joven fallecido, en una ceremonia pública que promete ser una caja de resonancia contra los abusos policiales y la discriminación de las minorías.
Ante la repercusión política del caso, las autoridades anunciaron que evalúan cambios en las fuerzas de seguridad para evitar nuevos episodios de gatillo fácil. El alcalde de la ciudad estudia la posibilidad de que los oficiales de policía porten cámaras en su ropa para que todos sus actos (y los de las personas con quienes interactúen) queden debidamente registrados.
La indignación popular creció ayer cuando una fuente cercana a la investigación dijo que Wilson no sufrió ninguna fractura en la cavidad ocular. Hace dos días, los medios norteamericanos habían referido una versión según la cual el agente había sufrido heridas en el rostro, incluyendo una fractura facial, de parte de Brown.
Pero la información fue desmentida ayer por la cadena CNN. “Es falso. El policía fue llevado al hospital y sometido a placas, pero no tenía una fractura, sólo una hinchazón en el rostro”, confió una fuente, cuya identidad fue resguardada. Otro de los coletazos del crimen racial fue el desempeño de la Justicia. Unas 70 mil firmas fueron recogidas por internet para remover al fiscal Bob McCulloch, que actuó en el caso de Brown. La iniciativa fue lanzada por la senadora Jamilah Nasheed, que la presentó en tribunales mientras manifestantes protestaban frente al edificio. Los partidarios de la iniciativa creen que el juicio de McCulloch podría no ser imparcial debido a sus vínculos con el departamento de policía. El padre del fiscal era un agente que murió tras un enfrentamiento armado con un afroamericano. Por su parte, McCulloch difundió un comunicado donde dijo que no tiene “ninguna intención de alejarse de sus responsabilidades”.
En el funeral de Brown hablará el reverendo Al Sharpton, un influyente líder afroamericano que fue muy crítico con las autoridades en este caso.