La Justicia chilena condenó ayer a dos y tres años de prisión a dos ex coroneles de la aviación por haber torturado hasta la muerte al general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, el padre de la presidenta Michelle Bachelet, en 1974, un año después del golpe de Estado de Augusto Pinochet.
“Lo que yo siento es mucha tranquilidad. Nosotros no pedimos nada más que la verdad”, dijo Angela Jeria, esposa del general Bachelet y madre de la mandataria chilena, quien se enteró del fallo tras asistir a una ceremonia en un colegio de Santiago que lleva el nombre de su esposo.
La condena, de primera instancia y que puede ser apelada, fue adoptada por el juez Mario Carroza en contra de los ex coroneles de aviación Edgar Cevallos Jones, que hoy tiene 83 años, y Ramón Cáceres, de 80, por ser coautores “del delito reiterado de aplicación de tormentos” en contra de Alberto Bachelet, que era general de la Fuerza Aérea.
Juzgado por traidor. Bachelet, quien se opuso al derrocamiento de Salvador Allende, en cuyo gobierno ocupó una oficina estatal de distribución de alimentos para enfrentar el desabastecimiento, fue apresado tras el golpe de Pinochet, en 1973, y meses después murió a raíz de un infarto por el debilitamiento provocado por las torturas, a los 51 años.
El general Bachelet fue sometido a un Consejo de Guerra junto a todos los oficiales que se mantuvieron leales al gobierno de Allende, acusados de “traición a la patria”, por el que pidieron cinco años de prisión para él.
El ex general Bachelet permaneció detenido en la Academia de Guerra, donde fue torturado por sus propios subalternos, quienes le propinaron golpizas, le aplicaron choques eléctricos, le destruyeron las uñas y lo obligaron a permanecer largos períodos de pie y encapuchado, hechos que obligaron a trasladarlo al hospital, y más tarde, a otorgarle el arresto domiciliario.
El padre de la presidenta murió finalmente el 12 de marzo de 1974. Su mujer y su hija partieron al exilio, donde Michelle Bachelet se recibió de médica.
ANSA / AFP – Santiago de Chile.