Ciudad del Vaticano - Unas 30.000 personas se congregaron hoy en la plaza de San Pedro para presenciar la ceremonia de beatificación de 498 "mártires” de "las persecuciones religiosas" de la Guerra Civil española, ocurrida entre 1936 y 1939.
Si bien no precidió la ceremonia, el papa Benedicto XVI exhortó a los españoles a trabajar por "la reconciliación y la convivencia pacífica".
La ceremonia fue oficiada en español y presidida por el cardenal portugués José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, representante oficial del Papa. Bajo un sol casi primaveral, cientos de religiosos y eclesiásticos cantaron himnos y cantos sagrados en español.
En las primeras filas se pudo ver a importantes representantes del gobierno, entre ellos al ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Angel Moratinos. La presencia de Moratinos y de uno de los ponentes de la Ley de Memoria Histórica en la ceremonia en el Vaticano ha sido calificado como " un gesto amistoso tras fuertes roces" con la iglesia, según el diario español El País y deberá servir para aplacar toda polémica con el gobierno socialista.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero presentó una ley para rehabilitar a las víctimas del régimen del general Francisco Franco. En la lista de nuevos beatos figuran dos obispos, 24 sacerdotes, 462 religiosos, tres diáconos, un seminarista y siete laicos. Cinco de ellos nacieron fuera de España, dos en México y otro en Cuba.
La mayoría de los futuros beatos murieron en 1936, siete fueron asesinados en 1937 y dos fueron víctimas de las “persecuciones religiosas” de 1934, antes del conflicto bélico que estalló tras el fallido golpe de estado de un sector del ejército contra el gobierno legal de la Segunda República Española.
Según los historiadores, cientos de religiosos y religiosas españoles fueron asesinados por los republicanos, sector que contaba con fuertes corrientes anticlericales antes y durante la Guerra Civil, que dejó un saldo de más de 500.000 muertos en ese país entre julio de 1936 y abril de 1939.
Tras la derrota de los republicanos y la victoria de los militares sublevados y la instauración del régimen dictatorial encabezado por el general Franco, unos 50.000 republicanos fueron ejecutados por las fuerzas nacionalistas y decenas de miles fueron encarcelados o tuvieron que partir en exilio.
La iglesia católica fue uno de los pilares del régimen franquista, hasta la muerte del Generalísimo en 1975. No se trata de la primera vez que la Iglesia beatifica a "mártires" de la Guerra Civil española, ya que Juan Pablo II, fallecido en abril del 2005, en varias ocasiones elevó a los altares a religiosos "víctimas de las persecuciones religiosas".
Fuente: AFP