La sentencia contra el ex premier Silvio Berlusconi provocó ayer un verdadero terremoto político en Italia. Tan es así, que durante una reunión con sus parlamentarios, Il Cavaliere dijo que el país necesita una reforma de su sistema judicial o será necesario ir a nuevas elecciones, insinuando que le quitaría su apoyo al gobierno de Enrico Letta, de centroizquierda.
La condena de la Corte de Casación de Roma a cuatro años de cárcel por un caso de fraude fiscal se convirtió en una amenaza a la estabilidad del Ejecutivo, ya que se podría romper la coalición política integrada por la centroizquierda y el berlusconismo.
En tanto, desde Milán llegó otra noticia que supuso un duro revés para el empresario multimillonario. Debido a la sentencia definitiva en su contra, la policía le canceló a Berlusconi el pasaporte, para que no pueda abandonar el país. Il Cavaliere cumpliría sólo un año de la pena de cárcel, probablemente bajo arresto domiciliario, debido a que tiene 76 años y está beneficiado por una reducción de su condena.
“Reflexionemos sobre cuál es el mejor camino para obtener las elecciones y ganarlas. No creo que debamos ir hacia una solución inmediata”, dijo el ex premier ante los parlamentarios del Pueblo de la Libertad (PdL), dando así la sensación de que, tras haber perdido claramente la batalla judicial, trasladará la guerra al ámbito político.
Berlusconi podría intentar superar el callejón casi sin salida en el que se encuentra a través de dos caminos: impulsando una reforma de la Justicia, de la que en Italia se habla desde hace años, o pidiendo una condonación de su pena al presidente de la República, Giorgio Napolitano. Con el fin de presionar para conseguir la última alternativa, los legisladores de Berlusconi entregaron su renuncia a los jefes de su bancada, el senador Renato Schifani y el diputado Renato Brunetta. Ellos se reunirán con Napolitano y le plantearán la dimisión en bloque de los parlamentarios y el reclamo de una reforma judicial, para salvar a su jefe político. “Los ideales y la historia de todos nosotros coinciden con los de Berlusconi. Estamos listos para renunciar al Parlamento”, destacó ayer Angelino Alfano, brazo derecho del empresario y vicepremier de Letta.
Todas estas declaraciones sonaron como una pesadilla para Letta, quien horas antes había intentado poner paños fríos, para que la sentencia no desintegrara su inestable gobierno.