ROMA.- El presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero visitó el jueves Italia y el Vaticano, donde conversó con el Papa de la libertad religiosa, el aborto y la crisis, tema que también abordó con su homólogo italiano Silvio Berlusconi, antes que este provocara un desplante que se convirtió en la nota saliente de la tarde.
"Me despido de él como si fuera un santo. Porque después de haber sido bendecido por el Santo Padre está ciertamente en una situación de absoluta gracia", dijo con tono divertido Berlusconi a Zapatero abandonando sorpresivamente la sala donde habían hecho una declaración conjunta ante los periodistas que cubrían la visita.
El gesto de dejarlo solo repentinamente ante la prensa dejó a Zapatero indeciso y asombrado, lo que ha sido transmitido por numerosos videos en Internet. Según medios de prensa italianos, Berlusconi "rompió con el protocolo" con el fin de evitar someterse al fogueo de la prensa cuando amenaza una huelga, aunque el portavoz del gobierno italiano desmintió que se haya tratado de una falta de cortesía.
La jornada del jefe del gobierno socialista, quien está a punto de finalizar la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), estuvo marcada por su reunión de 30 minutos a puerta cerrada con el papa Benedicto XVI en su biblioteca privada del palacio apostólico.
Se trató de la primera visita de Zapatero a la Santa Sede desde que Benedicto XVI fue elegido pontífice en el 2005, aunque no del primer encuentro con el Papa alemán, con el que se reunió en julio del 2006 en Valencia (España), al margen de la Jornada Mundial de la Familia. Zapatero, que al inicio de su mandato en el 2004 tuvo fuertes fricciones con la Iglesia católica por la legalización del matrimonio entre homosexuales, abordó temas candentes como el aborto, la libertad religiosa y la crisis económica.
"El tono ha sido correcto. Fudamentalmente se habló de educación y de la ley de libertad religiosa", contó Zapatero. La reforma de la ley de libertad religiosa, que reglamenta entre otros el uso de los símbolos religiosos como el crucifijo en los espacios públicos, ha generado críticas de la iglesia local.
El Vaticano por su parte informó en un comunicado que "durante los coloquios" se intercambiaron "puntos de vista sobre Europa, la actual crisis económico-financiera y el papel de la ética" así como de "la sacralidad de la vida desde su concepción", es decir el aborto, entre los temas que generan más discrepancias.
"También se habló de los países de Centroamérica y del Caribe, así como de otras situaciones, en particular, Oriente Medio", subraya la nota. El comunicado no precisa si se abordó el espinoso tema de Cuba, y en particular la situación de los presos políticos en la isla comunista, a los que la Iglesia católica asiste.
Zapatero estuvo acompañado por una delegación de nueve personas encabezada por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien acababa de reunirse pocas horas antes en París con el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
El presidente del gobierno español manifestó igualmente su "máxima disposición" para el éxito de los viajes papales programados a España en noviembre de este año y agosto del 2011. "Hablamos con el Papa de la crisis económica financiera y de su respuesta", agregó el líder español, quien abordó ese tema también con Berlusconi durante un almuerzo de trabajo en la sede de gobierno, el Palacio Chigi. Los dos gobernantes abogaron por "una gobernanza común" del euro.
"La zona euro necesita fortalecer su gobierno económico común", declaró Zapatero mientras Berlusconi compartió la necesidad de "una gobernanza precisa de aquí en adelante para todo aquello relacionado con la moneda única". Pese al clima de entendimiento, Berlusconi no quiso luego someterse a las preguntas de los periodistas y dejó plantado a Zapatero ante la prensa.
Fuente: AFP