INTERNACIONAL
Los rehenes liberados aseguraron que est muy enferma

Betancourt: “La muerte me parece una opción dulce”

En una carta dirigida a su esposo, la rehén afirma que está “cansada de sufrir y de ver que cada día es igual al infierno del anterior”

default
default | Cedoc

“Ponte en paz contigo mismo, ponte en paz conmigo”, escribe la rehén de las FARC Ingrid Betancourt, en una de las cartas que los cuatro ex congresistas liberados por la guerrilla entregaron ayer a Juan Carlos Lecompte, esposo de la ex candidata presidencial.

Escritas desde algún remoto lugar de la selva colombiana, “una mañana lluviosa como mi alma”, las cartas muestran la desesperanza que siente Betancourt, que según los liberados sufre de hepatitis B crónica.

" Estoy cansada de sufrir, de llevarlo por dentro todos los días, de decirme mentiras a mí misma y de ver que cada día es igual al infierno del anterior", escribe Betancourt, quien además admite que tras seis años de cautiverio la muerte le parece una buena opción, según reprodujo el diario El País .

"Siento que la vida de mis niños está en stand-by, esperando a que yo salga y su sufrimiento diario hace que la muerte me parezca una opción dulce", dice una de las líneas más tristes y desesperanzadas de una de las misivas.

Betancourt fue secuestrada el 5 de febrero de 2002, cuando se dirigía a una zona desmilitarizada del sur de Colombia, adonde se llevaba a cabo una negociación entre el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla.

Entonces candidata presidencial por el Partido Verde, Ingrid fue secuestrada junto a su asesora Clara Rojas.

Rojas, quien tuvo un hijo en cautiverio, y la ex congresista Consuelo González fueron las primeras rehenes liberadas unilateralmente por las FARC en enero pasado, como gesto hacia el presidente venezolano Hugo Chávez.

Los cuatro ex congresistas liberados el miércoles son el segundo, y supuestamente último, grupo de rehenes que las FARC liberaron de forma unilateral. A partir de ahora, dijeron, insistirán en la necesidad de que el gobierno de Álvaro Uribe despeje dos municipios para negociar allí un canje humanitario.