Sucre - Un joven que estaba en coma murió hoy en Sucre, elevando a cuatro la cifra de muertos en la ciudad boliviana, escenario de una violenta batalla campal el último fin de semana entre policías y manifestantes, con centenares de heridos durante las protestas en contra de la nueva Constitución, aprobada sin la presencia de la oposición y avalada desde La Paz por el presidente Evo Morales.
Sucre amaneció hoy sin gobierno ni Policía, tras el caos producido por dos días de violentas protestas contra la Asamblea Constituyente. El comandante de la Policía de Bolivia, William Vásquez, anunció que esa institución se retiraba de la ciudad,tras la muerte de un policía, a lo que se agrega el caos político, ya que David Sánchez, gobernador de Chuquisaca (del que Sucre es capital) abandonó sus funciones desde el viernes, según denunciaron autoridades cívicas de la ciudad.
En ese marco de vacío de poder, Sucre, una ciudad colonial de 300.000 habitantes en el sur de Bolivia, regresaba hoy a una tensa calma. Los estragos provocados por los incendios y saqueos eran visibles, mientras que las barricadas que se levantaron en las principales calles comenzaban a ser desmontadas.
Sin Policía y sin la presencia del gobernador Sánchez, son comités cívicos de Sucre -los mismos que organizaron las protestas y que están unidos en el Comité Interinstitucional- los encargados de tomar el control de esa ciudad de nadie. "Ante el vacío del poder, del Gobierno y el abandono de la Policía, el Comité Interinstitucional, a la cabeza de Jaime Barrón, está tomando decisiones. Es un autogobierno", dijo a la prensa el presidente del Concejo Municipal de Sucre, Fidel Herrera
La cuarta víctima mortal fue José Luis Cardozo, un joven que estaba en coma tras ser herido el sábado. Se encontraba en terapia intensiva en el Hospital Santa Bárbara de Sucre y falleció hoy. Esta muerte se suma a la de los civiles Gonzalo Durán y Juan Carlos Cerrudo, y el policía Jimmy Quispe.
El sábado los vecinos asediaron la Asamblea Constituyente que aprobó la nueva Carta Magna, tras sesionar en un cuartel militar a 8 kilómetros de la ciudad. Los sucreños buscan que la Constituyente reconozca a su ciudad como sede del Ejecutivo y el Legislativo, derecho que perdió a finales del siglo XIX a manos de La Paz.
Ayer por la tarde, el presidente Evo Morales hizo un dramático pedido de "tranquilidad y paz" a la ciudadanía de Sucre y atribuyó a la oposición las protestas de los últimos tres días contra la Constituyente y el gobierno.
En tanto los principales líderes políticos opositores, consideraban que la aprobación sin consenso de la nueva Constitución, es un atropello. El ex presidente boliviano Jorge Quiroga, cabeza visible de la oposición, deploró la aprobación global de "una Constitución acuartelada, escrita con fusiles y bayonetas y manchada con sangre sucrense"
Las calles de Sucre -ciudad de 300.000 habitantes donde se lanzó la primera proclama libertaria de Sudamérica contra la colonia española en 1809-, estaban ayer tomadas por miles de vecinos que habían bloqueado el tránsito de vehículos quemando neumáticos y madera, y colocando promontorios de tierra y piedra.
Fuente: AFP
