Encaramado sobre una abultada diferencia de 18 millones de votos, Jair Messias Bolsonaro envió las primeras señales sobre cuál será su elenco de gobierno, con guiños a los mercados, a las Fuerzas Armadas y a los políticos tradicionales. Sin experiencia en gobierno y con pocos cuadros en su partido, Bolsonaro tendrá en su principal espada económica al neoliberal Paulo Guedes, quien será su ministro de Hacienda. El diputado federal Onyx Lorenzoni, en tanto, será su jefe de gabinete, mientras que el general Augusto Heleno ocupará la cartera de Defensa.
El candidato ultraderechista anunció el jueves que limitará su gabinete a quince ministerios, casi la mitad de los que existen en la actualidad. Según informó esta semana Folha de S. Paulo, Bolsonaro evalúa también convocar a ejecutivos de bancos, inversoras y mineras. Entre ellos, estarían Alexandre Bettamio, presidente para América Latina del Bank of America; Maria Silvia Bastos Marques, presidenta de Goldman Sachs en Brasil; y Roberto Castello Branco, ex ejecutivo de Vale. Al igual que Mauricio Macri, el ex capitán del Ejército quiere convocar a hombres del sector privado para que un equipo de CEOs se ponga al frente de la administración pública.
“Bolsonaro, en su tentativa de proyectarse como diferente y nuevo, anunció que designará especialistas para conformar un gobierno de notables. A la hora de nombrar el gabinete eso será difícil. El también necesitará alianzas en el Congreso. Lo que está haciendo ahora es parte del juego electoral”, afirmó a PERFIL Oliver Stuenkel, profesor de Relación Internacionales de la Fundación Getulio Vargas.
La bancada del Partido Social Liberal (PSL) contará con 52 diputados de 513 y cuatro senadores sobre 81. Si es electo presidente, el ex capitán del Ejército deberá tejer acuerdos con otros partidos, como marca el “presidencialismo de coalición” que impera en Brasil desde el retorno de la democracia. Al respecto, Lorenzoni afirmó que “si el pueblo brasileño lo decide”, el equipo del candidato trabajará a partir del 29 de octubre para poner en práctica los “conceptos” de su programa de gobierno. Algunos de ellos, indudablemente, contarán con el apoyo de la bancada de las tres B (buey, Biblia y bala), que agrupan a legisladores que responden a los terratenientes, a las Iglesias evangélicas y a votantes cuya principal preocupación es la seguridad.
Militares. La tercera pata de su gabinete serán cuadros de las Fuerzas Armadas, encabezados por el controvertido candidato a vicepresidente, el general retirado Antonio Hamilton Mourao. Se especula que habrá al menos cuatro o cinco militares, aunque por el momento el único confirmado es Heleno. “La influencia de los militares ha aumentado en Brasil en los últimos años. Vimos generales que se manifestaron sobre asuntos explícitamente políticos, algo que no había ocurrido durante los años de Lula. Personalmente, no creo que exista peligro de una intervención militar. Hay preocupación dentro de la familia militar de que un mal gobierno de Bolsonaro puede afectar negativamente la reputación de las Fuerzas Armadas en Brasil”, agregó Stuenkel.
Ventaja. Según la última encuesta de Datafolha, el candidato de extrema derecha alcanzaría un 58% de intención de voto, mientras que su rival, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), cosecharía un 42%.
En su primer spot de campaña tras la primera vuelta, Bolsonaro apeló a la campaña del miedo, al alertar que “el rojo jamás fue el color de la esperanza, sino una señal de alerta para despertar a Brasil”. Con imágenes de Fidel Castro y del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, el aviso, difundido por radio y televisión, retrató a un país “al borde del abismo”, que se convertiría en Cuba o Venezuela si Haddad ganara las elecciones.
Los dos candidatos presidenciales tendrán dos bloques diarios de cinco minutos. A dos semanas del ballottage más trascendental desde el retorno de la democracia, Bolsonaro envía mensajes a los mercados y los militares, sin descuidar a los políticos profesionales.
“Ustedes son pelotudos”, el insulto a la AFA de su hijo Eduardo
El diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del candidato a presidente, es conocido por su defensa a ultranza de Israel y sus críticas a Palestina. El 6 de junio se enfureció cuando Argentina canceló su amistoso en Jerusalén, tras las amenazas a Leonel Messi, y disparó munición gruesa contra las autoridades del fútbol argentino, a los que llamó “pelotudos”. “Me gustaría preguntar a los dirigentes de la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) si van a participar de la Copa en Rusia, porque Rusia puso sus tropas al servicio de Bashar Al Assad y cometió diversos homicidios en Siria. Y quería saber también qué van a hacer los dirigentes de la AFA cuando un hombre bomba se detone en Israel y su nombre sea vitoreado en Palestina”, disparó en la Cámara de Diputados de Brasil. Y continuó: “Concuerdo con el columnista de Clarín, Miguel Wiñazki, que dice en una nota “ya podemos abolir el fútbol y levantar la copa mundial de la hipocresía”. Su frase final fue lapidaria. Fue subida en ese entonces a sus redes sociales, pero pasó desapercibida en la Argentina. “Quiero decirle a los dirigentes de la AFA: “Ustedes son pelotudos”. Las últimas tres palabras fueron pronunciadas en un perfecto español.
Elogios al Senado argentino por el ‘no’ al aborto
“Un abrazo a Macri”, dijo este jueves Jair Bolsonaro a La Nación, en su primer gesto político hacia la Casa Rosada. Pero dos meses atrás se había desmarcado del jefe de Estado argentino, al festejar el rechazo del Senado del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y señalar que él lo hubiera “vetado”. El video fue subido a YouTube por el senador y pastor evangélico Magno Malta. “Estamos conmemorando la victoria de los pro vida de Argentina, nuestros compañeros y hermanos. Hoy el Senado argentino dio una lección a Brasil”, afirmó Malta, secundado por Flávio Bolsonaro y Onyx Lorenzoni. “Felicitaciones Argentina por abortar esa estupidez, el crimen de querer asesinar a bebés en el vientre de sus madres”, agregó el hijo de Bolsonaro. Y, entonces, apareció en cuadro el propio Jair. “Si yo fuera presidente y nuestro Parlamento aprueba el aborto, lo veto”, aseguró, con gesto enérgico. La secuencia culmina con los cinco hombres gritando el lema de campaña: “Brasil encima de todo y Dios encima de todos”.
