Las autoridades brasileñas han logrado capturar a 526 de los más de mil presos que se habían fugado en las últimas horas de varias cárceles del estado de Sao Paulo en el marco de los motines desatados tras la decisión de suspender los permisos de salida y las visitas como parte de las medidas para combatir el coronavirus.
El Gobierno de Sao Paulo informó que agentes de la Policía Militar y de los centros penitenciarios lograron localizar y detener a 526 presos fugados, mientras tratan de "determinar el número exacto de fugitivos".
La fuga se produjo el lunes en las cárceles de Mirandopolis, Monagua, Tremembé y Porto Feliz, todas ellas de régimen semiabierto, después de que se informara a los presos que el permiso de salida previsto para este martes se había cancelado.
En estas instalaciones penitenciarias hay más de 34.000 presos que tienen derecho a salir a trabajar o estudiar durante el día para regresar a pernoctar, así como a cinco permisos de salida más largos en todo el año.
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"La medida fue necesaria, puesto que el beneficio abarcaba a más de 34.000 presos de régimen semiabierto que, a su vuelta a la cárcel, podrían haber propagado el coronavirus en una población vulnerable", ha esgrimido el Gobierno de Sao Paulo.
La Secretaría de Administración Penitenciaria del estado brasileño aseguró que "la situación ya está controlada" en las cárceles de Mongaguá, Tremembé y Porto Feliz.
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Por su parte, el Gobierno de Bolivia ha reforzado la seguridad en su frontera con Brasil por si los presos fugados intentan cruzar al país vecino. "Estamos en esta cooperación", dijo el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, según informa el diario boliviano La Razón.