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Brasil: funcionarios corruptos a la cárcel

Pertenecían al gobierno de Lula y están involucrados en el llamado escándalo "Mensalão". Cómo será su régimen.

Lula Da Silva logró esquivar el escándalo de corrupción, pero no así su jefe de Gabinete Jose Dirceu (izq.)
| AFP

La Corte Suprema de Brasil ordenó este miércoles que varios exfuncionarios del gobierno de Luiz Inácio 'Lula' da Silva (2003-2010) cumplan inmediatamente sus condenas por el delito de corrupción al que fueron sentenciados en un histórico juicio sobre sobornos a legisladores, conocido como "mensalão".

Esta disposición comprende al exjefe de gabinete del primer gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, José Dirceu, al expresidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) José Genoíno, y al extesorero de la agrupación Delubio Soares, informó el Supremo Tribunal Federal (STF) a la AFP.

Como los años de condena por corrupción activa son inferiores a ocho, no tendrán prisión efectiva y pueden acceder al régimen de cárcel semiabierto, con el que se les permite realizar actividades fuera de prisión pero deben dormir en ella. Dirceu, por ejemplo, fue sentenciado a 7 años y 11 meses de cárcel por el delito de corrupción.

La terna, así como otro grupo de sentenciados, aún tiene pendiente un juicio por asociación ilícita para delinquir, para el cual les fue aceptado un nuevo proceso. Este tema será evaluado por la Corte Suprema el próximo año y, de ratificarse su culpabilidad, podría variar su régimen a encarcelamiento efectivo. En el caso de Dirceu, por ejemplo, la asociación ilícita le podría sumar dos años y 11 meses a su condena, y enviarlo a prisión día y noche.

El STF aún calculaba la noche del miércoles cuántos de los procesados están comprendidos en este grupo que debe cumplir inmediatamente sus sentencias por el delito de corrupción. Al menos otros 13 sentenciados, que no tienen derecho a ningún tipo de recurso, deberán también cumplir sus condenas.

Prisión efectiva. Hasta el momento, se decretó la prisión efectiva para sólo uno de los 25 condenados -el ex director del Banco de Brasil Henrique Pizzolatto-, sentenciado a 12 años y siete meses de cárcel por los delitos de peculado y lavado de dinero.

El caso del "mensalão" (término portugués por el superlativo 'sueldazo'), consistió en el pago de sobornos a legisladores de la coalición a cambio de votos por parte del PT entre el 2003 y 2005, al inicio del primer mandato de Lula. Todos fueron condenados en el 2012 por el STF, pero pidieron la revisión de sus condenas, lo cual empezó a ser evaluado este año.

Durante la jornada el Supremo Tribunal Federal (STF) ratificó la condena de ocho de los sentenciados, sin derecho a revisión. Entre ellos se encuentra Roberto Jefferson, delator del sistema de corrupción y condenado a 7 años y 14 días de cárcel. También se ratificaron las sentencias de los actuales diputados Pedro Henry (PP, oficialista) a 7 años y 2 meses, y Valdemar Costa Neto (PR, independiente), a 7 años y 10 meses.

La mayoría, anticiparon, cumplirá la sentencia en régimen semiabierto o con servicios comunitarios y pagos de multas.

El expresidente Lula, que vio tambalear su gobierno por este escándalo, siempre declaró su inocencia y logró mantenerse al margen. Incluso fue reelecto en el 2006 y dejó el poder en el 2010 con niveles de popularidad históricos.