Las comunidades homosexuales de Rusia llevan años reclamando por la igualdad de sus derechos en la sociedad. Pero el estricto gobierno de su presidente Vladimir Putin y sus recientes y duras disposiciones legales provocan que los derechos no avancen sino que retrocedan.
Putin ha firmado hace meses la controvertida ley que castiga con fuertes multas todo acto de "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales delante de menores", sea personalmente, por Internet o a través de medios de comunicación.
En este marco, los grupos más intolerantes rusos, como las bandas neonazis, se mueven con un Estado que pareciera acompañarles en su accionar delictivo. La ONG Spectrum Human Rights Alliance denunció esta semana la muerte de un joven a manos de un grupo de neonazis en la región rusa de Sverdlovsk después de ser torturado.
La organización publica la denuncia del médico y activista por los derechos humanos, Valentin Degtyarev, que la semana pasada denunció las torturas a las que fue sometido el joven fallecido por el colectivo neonazi Occupy Pedofilyaj que, bajo el argumento de "combatir la pederastia", tienden trampas a homosexuales a través de internet y los someten a acoso, malos tratos y a torturas, según cita El Mundo.
En las fotos difundidas por el grupo neonazi se puede ver al joven, de origen uzbeko, en calzoncillos con las manos y los pezones pintados de rojo y con un consolador en la mano, mientras dos de los miembros neonazis le sujetan la cabeza y sonríen. En otra de las fotografías aparece pintado de azul mientras le rocían orina por encima y en otra contra la pared haciendo el saludo nazi.
Según Degtyarev, el joven falleció por las heridas que recibió con un cuchillos después de ser violado con un consolador con el que le produjeron desgarros en el ano y tras ser torturado y orinado.
Spectrum Human Rights Alliance exigió formalmente a la autoridades rusas que esclarezcan el caso y detengan a los autores de estos ataques, muy frecuentes en Rusia, ya que "por el momento sólo se interrogó a los miembros del grupo neonazi pero fueron puestos en libertad a las pocas horas". "La aplicación de la ley de Putin parece condonar totalmente estas acciones", escribe Degtyarez, que asegura que cuando se quejó a las autoridades sobre estos ataques, él y su madre, de 72 años, recibieron amenazas y fueron perseguidos.
Las persecusiones a jovenes homosexuales son algo cada más común en Rusia, y así lo demuestran las videos que esas mismas bandas suben a las redes sociales. A continuación dos fuertes e impactantes videos en donde se tortura a un joven gay como capacidades diferentes y se persigue a otro (los diálogos son en ruso, pero las imágenes son elocuentes):