Washington - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció el martes, en su discurso sobre el estado de la Unión, la duplicacióon de las reservas estratégicas de crudo de Estados Unidos, que serán llevadas a 1.500 millones de barriles hacia 2027.
"Por mucho tiempo nuestra nación ha sido dependiente del petróleo extranjero", dijo el mandatario. "Y esta dependencia nos deja más vulnerables a regímenes hostiles y a terroristas, que podrían ocasionar serias interrupciones de los envíos de petróleo, incrementar el precio del petróleo y perjudicar nuestra economía", agregó.
En el mismo discurso hace un año, Bush había advertido que Estados Unidos era "adicto" al petróleo importado de regímenes hostiles de Medio Oriente.
Esta vez propuso el objetivo de reducir en 20% el uso de nafta para 2017, principalmente a través del aumento de la producción de combustibles alternativos, como el etanol, en 35.000 millones de galones.
Las reservas estratégicas de petróleo de Estados Unidos cuentan actualmente con unos 700 millones de barriles distribuidos en cuatro cavernas de sal subterráneas en las costas de los estados de Luisiana y Texas. La duplicación supondrá autoabastecimiento por 92 días en caso de brusco desabastecimiento externo e interno.
Estados Unidos consume 20 millones de barriles de petróleo por día. El barril de petróleo superó los 55 dólares en Nueva York, después de este anuncio, para cerrar con un alza de 2,46 dólares, a 55,04 dólares.
Los analistas se mostraron extremadamente cautelosos con relación al impacto de estas medidas sobre el precio del petróleo. "No creo que éste sea el principal factor del alza de hoy, pero es una
razón adicional para comprar", resumió Phil Flynn de la empresa de corretaje Alaron Trading.
"Creo que el mercado se está empezando a dar cuenta de que el frío va a ejercer un impacto sobre las reservas. Hay inquietudes sobre un agravamiento de las tensiones con Irán y de la violencia del Hezbolá en Líbano", añadió.
En lo que se refiere a las reservas estratégicas, el analista entiende que la decisión del presidente estadounidense era "necesaria". "Es evidente que el peligro para el abastecimiento petrolero estadounidense ha aumentado en los últimos años, sea por la lucha contra el terrorismo, sea por el impacto de lo que puede pasar en Irán o en Venezuela", explicó.
Para Eric Wittenauer, d'AG Edwards, la decisión que debe ser anunciada "es más bien una respuesta para asegurar el abastecimiento de petróleo o para contar con reservas disponibles en caso de un agravamiento de las tensiones geopolíticas en el mundo", dijo.
Al preguntársele si estas medidas podrían hacer subir los precios a corto plazo, el analista respondió que no lo creía, "porque se trata de una decisión de largo plazo". Para él, la reacción alcista inicial del mercado "fue algo excesiva".
"En los próximos cinco o diez años, debería haber una tendencia a una ligera baja de las cotizaciones", estimó, por su parte, James Williams, analista de WTRG Energy. "En todo caso, a corto plazo será preciso comprar petróleo para alimentar esta reserva y eso puede conducir a un aumento del consumo y poner un poco de presión sobre los precios", matizó, precisando que el impacto no debería ser de más de un dólar por barril.