El presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
rechazó entablar un diálogo con el presidente cubano, Raúl Castro, al que tildó de
"tirano".
"Sentarse a la misma mesa, que haya una foto de usted junto a un tirano como Raúl Castro, por
ejemplo, le otorgaría el prestigio del oficio y de nuestro país", afirmó Bush en una rueda de
prensa en la Casa Blanca.
Raúl Castro saldría ganando de una reunión de este tipo "al poder decir, 'miren: acabo de ser
reconocido por el presidente estadounidense", agregó el mandatario norteamericano, que reiteró su
voluntad de
mantener el embargo aplicado desde 1962 a Cuba, al que fortaleció cuatro años
atrás.
"No es otra cosa que una prolongación de lo que hizo su hermano (Fidel), que consistió en
arruinar una isla y encarcelar a la gente por sus opiniones", añadió, en respuesta al precandidato
demócrata Barack Obama, que se declaró
dispuesto a reunirse con el nuevo dirigente cubano, aunque tras un trabajo
preparatorio.
El senador por Illinois, que lucha con Hillary Clinton por ser el candidato de su partido a
la Presidencia, calificó de
"fracaso" la política de embargo de Estados Unidos contra Cuba y prometió levantar
algunas de las medidas impuestas por Bush en 2004 como los límites a los viajes y las envío de
exiliados cubanos en Estados Unidos, si llega a la Casa Blanca.
El presidente republicano también salió al paso de las recientes y fuertes críticas tanto de
Obama como de Clinton contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que
prometieron renegociar si un demócrata gana las elecciones del próximo 4 de noviembre.
"La idea de retirarse unilateralmente de un tratado por tratar de anotarse puntos políticos
no es una buena política (...), por el mensaje que envía a la gente que firmó con buena fe el
acuerdo y lo elaboró con nosotros", aseguró Bush.
Fuente: AFP