El embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Enciso, dialogó con Jorge Fontevecchia para Radio Perfil acerca del referéndum en su país y sobre cómo impacta allí la realidad de Brasil y Argentina.
F: Qué lectura hacés de esta paridad de derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración
Fue un escenario bastante importante, democrático, competitivo. Si vamos al análisis electoral, fue de una continuación de lo que pudo haber sido, desde el punto de vista del ballotage anterior y de que hay dos visiones de país en cuanto a algunos temas. En una clave y en un ambiente de respeto, de tolerancia que caracteriza siempre las elecciones de nuestro paìs.
F: ¿Y cómo fue el resultado en tu distrito? Vos has sido intendente reelecto de Florida antes de ser embajador
El porcentaje por el no fue el 56, 57%, a 44% que tuvo el sí. Por encima del promedio nacional, como fue la tendencia más o menos en el interior, frente a lo que cultural y políticamente, tiene consolidado más desde hace años en Montevideo la izquierda y el Frente Amplio, y el movimiento sindical.
De todas maneras es un espaldarazo al gobierno, en cuanto a que el no, que triunfó, no mueve la batería de leyes que están rigiendo de forma virtuosa la coalición de gobierno desde hace dos años y evidentemente hay allí un respaldo al presidente Lacalle en ese sentido. No quiere decir que el ámbito del Parlamento, el ámbito natural de la oposición, está ahí la negociación y se le escucha las propuestas.
F: Vos con ser testigo privilegiado, porque llevás viviendo en Argentina un tiempo suficiente que te permite contrastar las imágenes que tienen los uruguayos de la Argentina con la de haberlo visto en realidad. Y con esta posición dual de Uruguay, con la influencia que generan sus dos vecinos grandes, Brasil y Argentina. Primero, ¿Cómo fue cambiando tu visión de la Argentina? ¿Cómo afectaría que ganase Lula en Brasil?
Creo que en algún aspecto y con la salvedad que estoy en funciones diplomáticas y tampoco puedo ser un agudo analista político, que no es mi competencia y mi rol pero que no puedo dejar de reconocer. Primero, la gran capacidad que tiene la Argentina de ir recuperándose, por lo menos en algunos temas, otros están en la discusión de agenda y no me corresponde profundizar. Llegar a Buenos Aires y ver un escenario, pandemia mediante, totalmente cerrada, una ciudad que conocíamos y evidentemente era un impacto muy fuerte para la economía a hoy ver ya un nivel de actividad, de despliegue, de recuperación, en algunos aspectos muy importantes. Solamente lo da un país de la envergadura y de la escala de la Argentina. A veces a nosotros, que somos más chicos, nos cuesta dinamizar o generar esas reacciones por más que aquí el agro tracciona mucho.
Eso me llamó mucho la atención independientemente de otras cuestiones institucionales, políticas, que están en curso y que las vemos con con atención pero que tampoco podemos ser comentaristas demasiado agudos.
F: La resiliencia argentina te llama la atención. Y Brasil, esta relación que intuyo que es más fuerte la relación con Argentina pero en términos económicos Brasil es una potencia mayor que la Argentina. ¿Qué podría significar un cambio de corriente política en el vecino más grande la región?
Falta y habrá que ver el escenario institucional futuro, de cambiar o no. De ser así, me da la impresión que Brasil tiene algunos paradigmas en la región en el mundo que no generan grandes cimbronazos en sus políticas. De alguna manera lo vimos en el primer gobierno de Lula, que fue más moderado que lo que los analistas preveían en función de su historia sindical. Me da la impresión de que para el Mercosur y la región no va a significar grandes cambios de política exterior para nuestro bloque y nuestros países. Hay temas puntuales que estarán en la agenda de nuestras cancillerías y estaremos siempre atentos, sobre la marcha.