En una multitudinaria e inusual conferencia de prensa, el magnate mexicano Carlos Slim, el segundo hombre más rico del planeta según la revista Forbes, salió ayer “al rescate” del gobierno de Enrique Peña Nieto, en pleno enfrentamiento con Donald Trump. El empresario afirmó que el presidente de los Estados Unidos es “un regreso al pasado”, arremetió contra su plan de gravar con un impuesto del 20% las importaciones mexicanas y defendió al Ejecutivo de su país. Así, sostuvo que la “unidad” mostrada por México le dará una “gran fuerza” a Peña Nieto para negociar.
Al principio de la charla, Slim elogió las dotes negociadoras y empresariales de Trump. Con una especial cautela para no poner en peligro sus negocios en el vecino del Norte, el empresario argumentó por qué el plan económico del republicano está errado. “Que cierre la economía es un alto riesgo para los Estados Unidos”, aseveró. “Ojalá que su equipo económico entienda estos argumentos”, agregó.
Además, el dueño de Claro y Telmex advirtió que la negociación con Trump será “ardua y difícil”, por lo que habrá que anteponer la patria a los partidos y defender los intereses de México con “determinación y dignidad”. Además, afirmó que observó “contento, con un gran gusto y emoción”, cómo “se ha unido todo México para apoyar la decisión del presidente” de cancelar su visita de Estado a la Casa Blanca. “Esta unidad nacional va a permitir al gobierno tener una posición de fuerza y con determinación hacer las negociaciones que más convengan a los intereses nacionales”, agregó.
En su mensaje, Slim consideró que Trump, que supone “un gran cambio en la forma de hacer política y gobernar”, busca en ciertos aspectos la reindustrialización de Estados Unidos, lo que calificó como “un regreso al pasado”.
Su alocución parecía ser una clase de economía básica para su par norteamericano. “Ojalá que dentro de esta hiperactividad del presidente, encuentre que estos paradigmas –como la sociedad de la información, la tecnología o la globalización– son importantes”, deseó.
Asimismo, consideró que Estados Unidos necesita de México, un importante socio comercial. En su opinión, el país tiene varias condiciones “favorables” en la negociación, que consideró que “está más de nuestro lado que de los otros lados”.
Presidencial. “Nuestra prioridad como gobierno es ayudar a nuestros compatriotas. Hay que buscar que se reconozca a los mexicanos establecidos en Estados Unidos”, aseguró, casi probándose el traje presidencial. Luego, se rectificó y habló del gobierno de Peña Nieto, aunque sus declaraciones desnudaron sus ambiciones políticas. Cuando estalló el Gasolinazo contra el Ejecutivo por la suba del precio de los combustibles, se viralizó en las redes sociales un video con los eslóganes “Anímate Slim” y “Slim para presidente”. Allí, se destacaban los argumentos por los que el empresario sería un buen candidato para las elecciones de 2018, entre los que se destacaba que era “la única persona a la que Trump le teme”.
Si bien Slim nunca opinó sobre si se postulará para la presidencia, el oportunismo del video y de la conferencia de ayer no pasó inadvertido.
Negocios. En dos o tres meses, Slim pondrá al aire en Estados Unidos su nueva cadena de televisión. Nuestra Visión, creada “por mexicanos y para mexicanos”, comenzará sus emisiones en un par de meses, anunció ayer el magnate mexicano. Nuestra Visión pertenece a la empresa mexicana de telecomunicaciones América Móvil, cuyo propietario es el segundo hombre más rico del mundo.
Negocios en Argentina
La suma de dinero y poder global de Carlos Slim tiene su capítulo argentino. Capítulo que floreció durante el gobierno kirchnerista, pero que no se ha detenido en la gestión de Cambiemos. Poder económico a partir de la importancia de Claro en el mercado de las comunicaciones locales, pero también en el mercado petrolero, dado que la gestión anterior lo consideró un garante en todo el proceso de YPF.
Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Claro y Movistar pelearon el primer puesto en materia de telefonía móvil, una posición que se puso en riesgo a partir de las nuevas medidas de Mauricio Macri, que parecen favorecer a Clarín. Ya sea en el primero o el segundo lugar, la importancia de la empresa de telefonía de Slim es indiscutible.
En el sector petrolero, Slim se quedó con el 8,4% de YPF, cuando la familia Eskenazi no pudo pagar sus deudas, Cuando inició su aproximación, ese porcentaje estaba valuado en 300 millones de dólares. Un año más tarde, ya eran 1.000 millones. Su ganancia fue inmediata y sideral.