Nació en Argentina y llegó a Cataluña los 16 años, pero no se presentó a una prueba en La Masía. En cambio, Albano Dante Fachin estudió Filología Inglesa en la Universidad de Barcelona y se dedicó al periodismo y al activismo político. Años después, el dirigente jugó un rol clave en la crisis institucional más grande de España en los últimos 40 años, al romper con su partido político, Podemos, tras denunciar que la filial local había sido intervenida por Pablo Iglesias, quien no aprobaba su diálogo con líderes independentistas y pedir la libertad de “los presos políticos”.
La distancia entre el oriundo de Bahía Blanca y Pablo Iglesias viene de larga data, pero detonó en las últimas horas por sus diferencias ante la independencia de Cataluña. Mientras Fachin coquetea con líderes del PdeCat, del president destituido Carles Puigdemont, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de Oriol Junqueras, y de la CUP, el referente nacional de la agrupación morada apuesta por una alianza con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, apoyada por el 70% de las bases, en un referéndum sin auditoría externa. Ese método fue duramente cuestionado por el argentino.
El derrotero político de Fachin comenzó al denunciar los recortes en salud del gobierno de Artur Mas. Salió a las calles durante el 15M, indignado ante la crisis económica y política que sacudía los cimientos del país que lo había adoptado. Seducido por el discurso de Pablo Iglesias, se afilió a Podemos, entusiasmado con derribar el “régimen de 1978”, consagrado en la Constitución española. En 2015 ganó las internas y fue electo diputado en el Parlament de Cataluña. Su victoria lo convirtió un año después en secretario general de Podem, la filial catalana de la agrupación morada.
El enfrentamiento se transformó en irreconciliable tras el procés. Fachin llamó a votar en el referéndum del 1 de octubre, lo que enfureció a Iglesias, que dijo que si fuese catalán no iría a las urnas. “Iglesias vuelve a meter la pata en Cataluña”, disparó ayer Fachin, recordando aquel episodio y acusando al líder podemita de intervenir el partido, tal como Mariano Rajoy había hecho al aplicar el artículo 155 en Cataluña.
El bahiense aseguró que no es independentista, pero defendió el derecho a votar y cuestionó la “represión” del Estado. Unos días antes, Junqueras, desde prisión, lo había elogiado en una carta por su “actitud ejemplar” ante “el 155, el 1-O y la injerencia de Podemos”. Esquerra lidera las encuestas para las autonómicas del 21 de diciembre y aún no cerró sus listas. ¿Habrá Fachin apostado a ganador?
