Bagdad - Catorce militares de Estados Unidos fallecieron el miércoles cuando el helicóptero en el que viajaban se estrelló en el norte de Irak, informó su ejército, mientras que un suicida hizo estallar un camión cargado de explosivos en un mercado, lo que provocó 24 muertos.
En un escueto comunicado, el ejército estadounidense anunció uno de los accidentes más graves desde la invasión de Irak en 2003. " Dos helicópteros UH-60 Blackhawk efectuaban una misión nocturna cuando uno de ellos se estrelló. A bordo viajaban cuatro miembros de la tripulación y 10 pasajeros".
"Las primeras informaciones apuntan a que el aparato sufrió un incidente técnico. No hay indicios de disparos enemigos", agregó el comunicado militar. Los soldados a bordo del helicóptero pertenecían a la "Task Force Lighting", cuyo cuartel general está en Tikrit, bastión sunita al norte de Bagdad.
Otro soldado murió en combate en Bagdad, con lo que las tropas estadounidenses suman 3.720 muertos desde que comenzó el ataque para derrocar al régimen de Saddam Hussein, según las cuentas de la AFP en base a los datos ofrecidos por el Pentágono.
Poco después de este accidente un suicida estrelló un camión repleto de explosivos contra un puesto de policía ubicado en el mercado de la ciudad de Baiji, al norte del país. Al menos 24 personas murieron y una comisaría quedó reducida a escombros. Posteriormente, otro suicida lanzó una moto también cargada con explosivos contra una patrulla policial en un mercado de Bagdad, y causó 38 víctimas, sin que las fuentes policiales consultadas pudieran especificar si había muertos en ese balance.
Paralelamente, el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, acusado en Washington y en Bagdad de ser incapaz de reconciliar los diferentes grupos políticos y étnicos para estabilizar su país, recibió una nueva muestra de apoyo del presidente estadounidense George W. Bush. "El primer ministro Maliki es un buen tipo, un buen hombre, con un trabajo difícil, y yo lo respaldo", dijo Bush en un discurso en Kansas City, tratando de despejar cualquier sensación de que Washington se estaba distanciando del atribulado gobierno de Bagdad.
Bush pareció mostrarse crítico con Maliki el día anterior. "Si el gobierno no responde a las exigencias de los ciudadanos, estos deberán cambiar de gobierno", había dicho el presidente estadounidense el martes, admitiendo su "frustración" por el porvenir de Irak. "No le incumbe a nadie imponer plazos al gobierno iraquí", respondió el miércoles el primer ministro iraquí, durante una visita a Damasco, Siria.
La frustración de Bush con Irak está motivada por la necesidad de conseguir resultados antes de mediados de septiembre, cuando deberá acudir al Congreso para presentar un informe de evaluación del impacto en la zona de los 30.000 nuevos militares enviados a Irak desde enero.
El aumento de las tropas desplegadas en Bagdad y su periferia ha reducido el número de muertos en esta zona, pero en el resto del país los ataques y los muertos no han hecho sino incrementarse.
A la incapacidad de Maliki por controlar la violencia en el país se une su posición cada vez más frágil al frente del gobierno.
Fuente: AFP