Caracas – El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó el sábado que no “cerró la puerta” a la ayuda para obtener un canje humanitario en Colombia y pidió al gobierno de Francia que “no sea ingenuo” porque por la vía del gobierno colombiano obtendrá nada. “No cerré la puerta ni la cierro todavía, porque yo creo que puedo ayudar a liberar esa gente”, declaró Chávez en conferencia de prensa la víspera del referendo sobre su propuesta constitucional para aumentar sus poderes e instaurar el socialismo.
Además, el mandatario bolivariano pidió al gobierno de Francia que reflexione y que “no sea ingenuo” porque por la vía del gobierno de Colombia “no obtendrá nada” para el intercambio humanitario. Es que Chávez se declaró dispuesto a recibir en Venezuela a un grupo de rehenes liberados unilateralmente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC): “Si (el líder de las FARC, Manuel) Marulanda quisiera entregarnos por razones humanitarias a un grupo, los de mayor edad, las personas en condiciones de debilidad extrema, un niño, una mujer, las mujeres, yo estoy dispuesto a recibirlos. Claro que sería muy peligroso, porque nos están cazando desde el aire con aviones gringos”.
Las declaraciones de Chávez ocurrieron horas después de que el gobierno colombiano divulgara las pruebas de vida de 16 de los 45 rehenes que las marxistas FARC proponen canjear por unos 500 rebeldes presos, entre ellos la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt. “Seguimos nosotros dispuestos a ayudar hasta donde se pueda”, subrayó Chávez.
El presidente colombiano Alvaro Uribe suspendió abruptamente el 22 de noviembre la mediación del presidente venezolano, que había comenzado en agosto, alegando que éste mantuvo una conversación telefónica con el comandante del Ejército colombiano sin comunicarle a Bogotá.
“No he vuelto a tener contacto con el gobierno de Francia. Solicito que reflexionen, a los franceses también. Alguien en Paris dijo que ‘ahora recibimos las pruebas por una vía totalmente distinta y por eso seguiremos con el gobierno de Colombia buscando fórmulas’”, dijo el jefe de Estado.
Además, afirmó que las FARC cumplieron con su parte, pero no así el gobierno de Colombia. “Yo puedo decir que las FARC estaba cumpliendo. El mismo gobierno de Colombia ha hecho pública las pruebas, en cuanto a lo convenido conmigo ellos estaban tratando de cumplir”, dijo Chávez en alusión a las pruebas de fe de vida, que sostuvo le estaban dirigidas.
“A estas alturas creo que no hay voluntad para nada, viene del lado de Uribe, Uribe cree que puede derrotar militarmente a las FARC –subrayó–. Estoy seguro que el gobierno de Colombia sabía que esas pruebas venían para acá. Es una perversión terrible”, añadió. Chávez dijo que recibió este sábado una nueva carta de Marulanda, fechada el 25 de noviembre, la primera firmada de puño y letra porque las otras llegaron por Internet, en la que le aseguró que el canje habría podido ocurrir a fines de diciembre o principios de enero.
”En nuestras filas se comentaba que el intercambio podría producirse a finales de diciembre o comienzos de enero, después de recibir las pruebas de supervivencia de los prisioneros”, escribió Marulanda, según Chávez. Además, explicó que su conversación telefónica con el jefe del ejército colombiano general Mario Montoya –que provocó que acabara su mediación– duró un minuto y le hizo una sola pregunta: “¿Cuántos oficiales y soldados tiene usted secuestrados por la guerrilla?”.
”Y le dije, ojalá podemos ayudarlos Montoya, y me envíen en helicóptero” junto a la senadora colombiana Piedad Córdoba, que fue quien le pasó el teléfono. Inclusive, Chávez indicó que Yolanda Pulecio, la madre de Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC desde febrero de 2002, está en Caracas pero que todavía no pudo recibirla por el momento que vive el país.
“Yo veo a Ingrid muy delgada”, dijo Chávez aludiendo a la imagen en la última prueba de fe de vida. “¿Cuántos kilómetros caminará por día?”, se preguntó y explicó que en Colombia se vive una “guerra de movimientos”. La decisión de poner fin a la mediación de Chávez para el canje desató una crisis diplomática entre los dos países, que llevó a Chávez a “congelar” relaciones con Colombia, llamar a consultas a su embajador en Bogotá y a afirmar que mientras Uribe sea presidente no tendrá relaciones ni con él ni con su gobierno.
Fuente: AFP