Cuando cayó en manos de las FARC el 23 de febrero de 2002, Clara Rojas, de quien la Cruz Roja anunció este viernes la postergación de su libertad, estaba lejos de imaginar su increíble destino: la jefe de campaña de Ingrid Betancourt emocionaría al mundo al convertirse en madre de un niño en cautiverio. Esta abogada bogotana, ahora de 44 años, dirigía la campaña de la ex candidata ecologista a la presidencia cuando ambas son capturadas cerca de Florencia, 600 km al sur de Bogotá, en una zona rebelde, donde se habían dirigido pese a la advertencia de las autoridades.
Unas horas más tarde, la guerrilla marxista quiere soltarla pero ella se niega categóricamente por solidaridad con su amiga Betancourt. "Mamá, ellos decidieron liberarme pero voy a quedarme con Ingrid", dice en un correo electrónico. Posteriormente a la captura, se la nombra candidata a vicepresidenta, completando la fórmula ecologista. Con Betancourt, Rojas integra desde su captura un grupo de más de 40 rehenes "políticos" que las FARC, en rebelión desde 1964 contra el gobierno colombiano, quiere liberar a cambio de unos 500 guerrilleros presos.
Pero el 18 de diciembre la guerrilla marxista anuncia su próxima liberación, junto con su hijo de tres años y la ex legisladora Consuelo González de Perdomo. Los tres rehenes deben ser entregados a una delegación humanitaria en el día de hoy.
Durante su cautiverio, su familia sólo recibió dos pruebas de que estaba viva, enviadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) bajo la forma de cintas de video. En la segunda cinta, grabada el 13 de mayo de 2003 y difundida el 31 de agosto de ese año, "Claraleti" -diminutivo de Clara Leticia- se dirige a su madre. "Tengo la certeza de que vivimos en un bello país donde prima el sentimiento del amor", dice.
En abril de 2006, las revelaciones del periodista colombiano Jorge Enrique Botero tienen el efecto de una bomba. Este último devela la existencia de un niño de tres años concebido por Rojas durante una relación consentida con uno de sus carceleros. El periodista califica de "milagro" el nacimiento del niño en un campo de la guerrilla perdido en plena selva, y lanza esta sorprendente frase del jefe supremo de las FARC, Manuel Marulanda: " Ese niño es mitad nuestro y mitad de ellos".
Incrédulos, los familiares de Rojas obtienen una confirmación de boca de uno de sus ex compañeros de detención, John Frank Pinchao, que se escapa en mayo pasado y deambula 17 días en la selva. Este policía revela el nombre del niño, Emmanuel, afirma que está siendo criado en los confines de la selva amazónica y que sólo se lo dan a su madre en contadas ocasiones. Una situación en la que Rojas "sufre mucho", asegura.
Tras estas declaraciones, la abuela del niño, Clara González, lanza una campaña en los medios para exigir a las FARC su liberación. Varios noticieros de televisión comienzan sus programas con este eslogan: "Liberen a Emmanuel".
En julio un video difundido por las FARC brinda nuevos detalles sobre el niño rehén. Allí se presenta el testimonio de un soldado, William Domínguez, que llegó a conocerlo. "Tiene muchos juguetes que le hacen los guerrilleros y le gusta jugar con ellos", declara. Del padre del niño, guerrillero raso, se sabe poca cosa, salvo que fue enviado al frente luego de salvarse de la pena capital durante un consejo de las FARC, que prohíbe ese tipo de relaciones con los rehenes.
Los familiares de Rojas afirman que consideran al padre como uno de ellos. "No tengo reserva en que sea guerrillero. Es un ser humano y a cada ser humano que se acerca a un miembro de mi familia, yo lo considero un ser de mi familia", dijo la abuela del niño.
Fuente: AFP
Clara Rojas, el increíble destino de la madre del niño rehén
La mujer era la jefa de campaña de Ingrid Betancourt, cuando ambas cayeron secuestradas. En la selva tuvo un hijo con un guerrillero. El niño, Emanuel, tiene 3 años. Esta tarde serían liberados.
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