WASHINGTON.- Colombia solicitó este jueves a la OEA una comisión internacional que corrobore que en Venezuela hay presencia "activa" de guerrilleros colombianos, una denuncia que llevó al presidente Hugo Chávez a anunciar la ruptura de relaciones con Bogotá. Durante una presentación de dos horas, que abundó en imágenes satelitales, videos, fotos y coordenadas geográficas, el representante colombiano en la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Hoyos, afirmó que en Venezuela operan 1.500 guerrilleros colombianos en más de 80 campamentos.
En respuesta a esta denuncia, formulada durante una reunión extraordinaria de la OEA en su sede en Washington, Chávez anunció en Caracas que Venezuela rompió relaciones con Colombia.
El representante de Colombia, país que ya la semana pasada denunció que en Venezuela se encuentran varios jefes de las guerrillas de las FARC y el ELN, fustigó ante la OEA la "presencia consolidada, activa y creciente de estas bandas del terrorismo" en el país vecino.
Hoyos, que por momentos tuvo la voz quebrada cuando mostraba imágenes de víctimas de los grupos rebeldes, pidió la conformación de una comisión internacional integrada por países de la OEA, la ONU, organizaciones civiles y la prensa para verificar en territorio venezolano la presencia de la guerrilla.
Pero una comisión así tiene muy pocas posibilidades de concretarse porque mientras "no se cuente con el asentimiento" de Venezuela, "no se puede hacer nada", advirtió el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Insulza dijo que la OEA es "multilateral y no supranacional", por lo que para que se organice esa comisión se necesita "la voluntad de los dos países", tanto de Colombia como de Venezuela. El representante venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, se apresuró a negar la posibilidad de crear una comisión y rechazó las denuncias de Colombia calificándolas de "circo mediático" y de "mentiras".
Se sentaría "un precedente muy curioso" si la OEA conforma una comisión que se inmiscuya en "los problemas de orden interno" de los países, dijo Chaderton. El diplomático advirtió que con esta denuncia se podría estar sentando las bases para "una operación militar en territorio venezolano".
Chaderton afirmó que con la sesión extraordinaria de este jueves "se le ha hecho un inmenso daño a la OEA", y dijo que hubo países que intentaron posponer la reunión para tratar de buscar un acercamiento entre los gobiernos.
De hecho, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que puso en duda la veracidad de las denuncias colombianas, responsabilizó a Insulza por la ruptura de relaciones entre Caracas y Bogotá por no haber aceptado su propuesta de posponer la instancia.
"A mí sí me preocupa un poco la denuncia del gobierno de Colombia porque ya tenemos muchas denuncias falsas", dijo Patiño en rueda de prensa en Quito, al tiempo que vetó a Insulza como eventual mediador en el proceso de normalización de las relaciones entre Quito y Bogotá.
A pesar de que Hoyos había señalado que Bogotá convocó la sesión para hacer un llamado a "acciones inmediatas" de Venezuela contra la guerrilla, y no proferir "insultos", fustigó a gobernantes "con ínfulas de dictadores" que "lo que hacen para ocultar la realidad es gritar", en referencia a Chávez.
Chaderton, por su parte, rechazó la "incurable ira del presidente Alvaro Uribe contra el presidente Chávez", y comparó al saliente mandatario colombiano con un personaje de una película de vaqueros que sale de un bar "disparando a diestra y siniestra y llevándose a quién sea".
Durante el debate en la OEA, transmitido en vivo por numerosas cadenas noticiosas latinoamericanas, la representante de Estados Unidos, Carmen Lomellin, pidió una "solución aceptable" entre Venezuela y Colombia para garantizar "la seguridad a lo largo de sus fronteras".
Otros países como Canadá y Panamá emitieron declaraciones en el mismo sentido, otros cercanos ideológicamente al gobierno de Chávez, como Bolivia y Ecuador, criticaron a Colombia por usar la OEA para ventilar estos problemas, y la gran mayoría de los países miembro llamaron al diálogo a Bogotá y Caracas.
Fuente: AFP