El gobierno de Colombia anunció esta noche que no está en condiciones de garantizar la seguridad de los garantes internacionales de la Operación Emmanuel y particularmente del ex presidente argentino Néstor Kirchner y el asesor presidencial brasileño Marco Aurelio García, por lo que la concreción del rescate de tres rehenes en poder de las FARC podría postergarse por varios días.
El anuncio fue realizado por el alto comisionado para la Paz y coordinador de la operación por parte del gobierno colombiano, Luis Carlos Restrepo, quien hizo esa advertencia durante algunas de las numerosas reuniones que en toda la jornada mantuvieron las autoridades colombianas con los integrantes de la comisión de garantes.
La novedad dio por tierra con anteriores declaraciones públicas de Restrepo, quien más temprano había afirmado que "de parte del gobierno colombiano todo está dispuesto y están brindadas las garantías" para llevar adelante la operación.
La nueva situación fue motivo de permanentes conversaciones entre las autoridades civiles y militares de Colombia y Venezuela y los miembros de las comitivas de los seis países (la Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador y Francia) cuyos representantes componen la comisión de garantes.
Las reuniones continuaba pasadas las 19 locales (las 22 en la Argentina), y se esperaba que a su término hubiera una comunicación oficial que informe si la Operación Emannuel se realizará en los próximos días o si sufrirá una postergación más amplia.
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aún no habían entregado esta noche las coordenadas para sobre el sitio exacto de la selva colombiana donde serían liberados Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex diputada Consuelo González de Perdomo.
Por esa razón, ya en las primeras horas de la tarde de este domingo la expectativa sobre la concreción del rescate se había extendido a "los próximos días". Así lo advirtió en Caracas el coordinador de la operación por parte del gobierno venezolano, el ex ministro de Interior y Justicia Ramón Rodríguez Chacín.
Entonces, Rodríguez Chacín señaló que la liberación de los rehenes "con toda firmeza se va a realizar con éxito en los próximos días" y aseguró que "todo" estaba avanzando bien. Además, dijo que estaba esperando las coordenadas por parte de las FARC para trasladarse "de inmediato" a Villavicencio y poner en marcha la última etapa del rescate, que se desarrollará desde "la primera luz del día" para poder regresar con ellos en "la misma jornada" en que se los libere.
La nueva postergación de la operación de rescate ya había sido anticipada por fuentes de la comisión de garantes, quienes advirtieron que "cuestiones de tiempo y logística" obligaban a demorar la movilización final.
Para ultimar detalles de la operación, Kirchner conversó por teléfono con los presidentes de Colombia y Venezuela, Alvaro Uribe y Hugo Chávez, y mantuvo continuas reuniones con sus colegas de la comisión de garantes, para ponerlos al tanto de la evolución de la situación.
Kirchner, como delegado argentino, viajó a Caracas el jueves último junto al canciller Jorge Taiana y luego (siempre en el avión Tango 01) partió hacia la ciudad colombiana de Villavicencio, unos 90 kilómetros al sudeste de la capital de ese país, Bogotá. Los acompaña el embajador argentino en Colombia, el ex jefe del Ejército Martín Balza.
La expectativa por el posible inicio de la última fase de la operación había aumentado por la mañana debido a la partida desde Venezuela de otros dos helicópteros. Medios colombianos especularon con que en uno de ellos viajaba Rodríguez Chacín, lo que luego fue desmentido.
De acuerdo con fuentes de las autoridades de la operación, una pequeña patrulla de las FARC estaba desplazándose con los rehenes por la selva colombiana con las precauciones necesarias para evitar enfrentamientos con fuerzas militares o paramilitares, lo que contribuía a demorar la entrega.
Los familiares de los rehenes, mientras tanto, aguardaban la liberación de sus parientes en un hotel de Caracas, "con mucha serenidad y paciencia" según expresó uno de ellos.
La operación humanitaria de entrega de tres secuestrados fue impulsada por el presidente Chávez, a pesar de que a comienzos de mes su par de Colombia, Álvaro Uribe, había dispuesto finalizar con la mediación iniciada por el primero para que militantes detenidos por el Estado colombiano fueran intercambiados por rehenes en manos de la guerrilla, entre quienes se encuentra la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.
La intención de los venezolanos encargados de organizar la recuperación de los rehenes es que el operativo que se llevará a cabo en un punto a determinar de la selva colombiana, adonde irán los enviados internacionales, se inicie temprano por la mañana para poder concluirla en una sola jornada.
"El gobierno colombiano está colaborando, pero ni ellos ni nosotros sabemos cuál es el lugar" donde se realizará la entrega de los tres rehenes, sostuvo Rodríguez Chacín. Días atrás, Chávez había advertido sobre la supuesta disposición de Colombia de entorpecer el operativo, algo que Bogotá negó con énfasis.
El coordinador garantizó, además, que Venezuela ya envió a Villavicencio "helicópteros grandes, con facilidades médicas, pero también aparatos menores" ante la posibilidad de que el lugar dispuesto por las FARC no permita la utilización de naves de gran porte. "Todo está listo, pero hay que entender que la patrulla (de las FARC) que se mueve con los rehenes tiene que tomar precauciones", manifestó.
Las frases de Rodríguez Chacín son sin dudas preocupantes para el grupo argentino, que trata de demostrar que el tema avanza aunque en los hechos nada haya cambiado desde que llegaron. Y hay una circunstancia que llama la atención: el presidente Hugo Chávez mantiene un sugestivo silencio.
Fuente: Télam y DyN.