El Gobierno de Bolivia anunció un aumento de entre el 57% y el 99% en el precio de los principales combustibles, que estaba congelado hace siete años. La medida para "consolidar el modelo productivo" provocó rechazo entre los transportistas, que iniciaron una huelga por tiempo indefinido.
El anuncio fue realizado ayer en el Palacio Quemado (casa de gobierno de Bolivia) por el vicepresidente Álvaro García Linera, quien está a cargo de la presidencia interina, ya que el mandatario Evo Morales se encuentra de viaje por Venezuela.
García Lineras explicó que las petroleras privadas no tienen interés en buscar nuevas fuentes de combustible porque no es rentable, lo que obliga a la estatal YPFB a importar gasolina y diesel a precios internacionales, según el diario boliviano La Razón.
En respuesta al aumento, la Confederación de Choferes de Bolivia determinó ayer un paro general indefinido del transporte público. "Éste es el regalo de Navidad que nos ha dado el Gobierno a los choferes y a toda la población. El paro general indefinido se cumplirá en todos los departamentos desde las cero horas de este lunes", anunció el secretario ejecutivo del gremio, Franklin Durán, tras una fallida reunión con varios ministros del gobierno, informó el diario Los Tiempos.