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Cómo reformaron los rascacielos más altos del mundo tras el 11/9

El ataque a las Torres Gemelas de Nueva York generó desde máximas medidas de seguridad hasta la creación de la agrupación "Campaña por Rascacielos Seguros". Fotos. Galería de fotos

La babía Victoria en Hong Kong es una zona residencial exclusiva para rascacielos de lujo.
| AFP

Luego de una década de los ataques del 11 de septiembre del 2001, los ciudadanos estadounidenses se siguen preguntando si los 21.000 rascacielos de EEUU están en condiciones de soportar un ataque similar al que derrumbó las Torres Gemelas de Nueva York.

En la Torre Willis de Chicago, al igual que en los demás rascacielos del país, cambiaron muchas cosas desde el ataque terrorista, tal como indica la agencia AP. El actual edificio más alto de los Estados Unidos, de 442 metros de altura, tiene ahora barreras de cemento, detectores de metales y una sofisticada red de cámaras que permiten observar todo lo que sucede dentro y fuera de la torre.

Se cree, no obstante, que esas medidas probablemente no sirvan para impedir un ataque como el del 11/9. Los expertos dicen que los edificios altos siguen siendo vulnerables porque el gasto que representaría modificar su estructura para hacerlos más seguros es demasiado alto y porque Estados y municipalidades todavía no han modificado lo suficiente sus códigos de construcción.

Se hicieron algunos cambios más modestos, como adaptar los ascensores para que puedan ser usados en evacuaciones, pero en términos generales EEUU está por detrás de otros países desarrollados en este terreno.

"No se puede hacer más de lo que los políticos y las dependencias del gobierno te dejan hacer", expresó Monica Gabrielle, cuyo esposo falleció en el los ataques del 11/9 y quien es copresidenta de la agrupación Campaña por Rascacielos Seguros (Skyscraper Safety Campaign).

Al margen de esto, no hay tanto que se pueda hacer para proteger un edificio de 305 metros de altura, como reconoció Donald Trump cuando dijo que el rascacielos que estaba construyendo en Chicago no sería tan alto como la Torre Willis porque no quería que fuese un blanco para el terrorismo.

"No sé de ningún edificio cuya estructura interna haya sido modificada para que pueda resistir un ataque real como el del 11/9", señaló Adrian Smith, arquitecto que diseñó el Hotel y Torre Internacional Trump de Chicago (415 m.) y al Burj Khalifa de Dubai, que es el edificio más alto del mundo con 828 metros.

Pero se tomaron algunas medidas para hacer que los edificios resulten más seguros. La Comisión de Códigos Internacionales recomendó 40 cambios en los "códigos de construcción" tras los ataques del 11/9, incluidas escaleras más anchas para permitir que los bomberos puedan subir mientras los ocupantes del edificio evacúan la estructura. Pero son solo recomendaciones y su adopción queda a discreción de las municipalidades.

Por otra parte, se están realizando ensayos de evacuación periódicos, algo que antes no ocurría.

En las construcciones nuevas, por otro lado, sí se están tomando medidas para hacerlas más seguras. En Nueva York, por ejemplo, para evitar que un piso aplaste al de abajo, como sucedió en las Torres Gemelas, se dispuso que los edificios altos deben ser construidos de modo tal que, ante una tragedia, se produzca un "derrumbe progresivo".

En nuestro país, estamos lejos en cuanto a cifras comparativas. El edificio tipo rascacielos argentino más alto fue construido en Buenos Aires, su nombre es Torre Renoir II y tiene 175 metros de altura. La cantidad de esta clase de megaconstrucciones no superan los 700 en todo el país.