Mientras que en el Estado de California las llaman siguen fuera de control, la recompensa para aquellos que entreguen información para capturar a los responsables del incendió ascendió a 400.000 dólares.
Las llamas -que hasta el momento dejaron cuatro bomberos muertos-, aumentaron después de que el viento las empujara a lo largo de tierras resecas, que quemaron más de 10.000 hectáreas, informaron autoridades a DPA.
Por su parte, el gobernador, Arnold Schwarzenegger, declaró al sur de California en “estado de emergencia”, precisó la oficina de la Gobernación a través de un comunicado.
El fuego, iniciado en la mañana del jueves de manera intencional, comenzó en la ciudad de Cabazon, a unos 140 kilómetros al este de Los Angeles, cercano al condado de Palm Springs.
De acuerdo a los bomberos, las llamas son de origen “criminal”, por lo que la muerte de sus colegas significa un “homicidio”, dijo el comandante del departamento forestal de California, John Hawkins, en una rueda de prensa desde Beaumont, zona del siniestro.
La muertes ocurrieron cuando un grupo de cinco bomberos quedaron atrapados por el fuego al intentar salvar un edificio. Tres fallecieron en el lugar, mientras que el cuarto murió luego en el hospital. El quinto efectivo se encuentra en estado crítico con quemaduras en el 95 por ciento del cuerpo.