Contraorden: Bush estará en Irak "hasta la victoria"

En el marco de las discusiones acerca de la permanencia del Ejército estadounidense en Irak, el presidente norteamericano, George W. Bush, aseguró que el país continuará su incursión en Medio Oriente “todo el tiempo que sea necesario y hasta alcanzar la victoria”.

Desde Sarasota –ciudad donde hace cinco años le informaron sobre el atentado a las Torres Gemelas-, el Presidente aseguró que serían “desastrosas” las consecuencias de una salida militar prematura.

“Prevalecería el extremismo”, aseveró Bush, quien agregó que países “aliados” como Israel “serían rodeados por fuerzas extraordinariamente hostiles como Irán, quien tendría armas nucleares”.

Asimismo añadió que "los gobiernos estarían bajo el control de extremistas que cortarían los suministros de petróleo a occidente”. "Cómo ocurrió que no percibieron la amenaza (...). Yo percibo esta amenaza. Es por eso que tengo una estrategia para la victoria en Irak", añadió el mandatario, dejando perplejo a su auditorio.

Las expresiones de Bush se dieron después de que el comandante de las fuerzas multilaterales, George Casey, sostuviera la intención del ejército norteamericano de traspasar en los próximos 18 meses, el control total de la seguridad en Irak.

Desde Bagdad, el militar había señalado que los Estados Unidos “debería concentrarse más en la reducción de sus tropas”, en oposición al embajador estadounidense en Irak, Zalmay Kahalilzad, quien señaló que “debían redoblar sus esfuerzos en Irak para solucionar la violencia y el caos, que son consecuencia del conflicto entre distintos grupos religiosos”.

Al igual que el diplomático, el primer mandatario estadounidense manifestó desde la ciudad del Estado de Florida, su preocupación al declarar el “peligro de que los terroristas dispongan en Irak, de un refugio seguro”.

Durante el acto de campaña del candidato del Partido Republicano, Vern Buchanana, para la Cámara de Representantes, Bush dijo que “dentro de 20 años la gente preguntará como ocurrió que no percibieron la amenaza”. Y agregó que “es por eso que tengo una estrategia para la victoria en Irak”.

A su vez reconoció que el combate “es duro”, pero “lucharemos en Irak”, añadió Bush, quien, de cara a las elecciones legislativas de noviembre, no parece interesarle la creciente oposición a la guerra, que existe entre los ciudadanos norteamericanos.