Mientras el avance del coronavirus se torna devastador en Brasil, y cada vez más voces críticas apuntan al presidente Jair Bolsonaro por su gestión en el tema, el ministro de Salud Nelson Teich admitió este jueves 30 de abril que "se pueden alcanzar las 1.000 muertes por día la semana proxima" por la pandemia, ya que "el virus continúa avanzando".
"Ese número, el de los 1000 (muertos), es posible que suceda... Podría producirse si sigue el crecimiento de casos", señaló un apesadumbrado Leich a la prensa, remarcando que se trata de "proyecciones" que hace el área a su cargo. Este jueves en Brasil se anunciaron otras 435 muertes por infecciones con Covid-19, cifra que llevó el número total de víctimas fatales al filo de los 6 mil casos: exactamente 5.901.
"No hay manera de que podamos anunciar todavía una liberación del aislamiento que han dispuesto los gobiernos distritales y municipales", agregó Teich, confirmando que la curva de casos de coronavirus en Brasil "está en clara ascendencia y no ha alcanzado todavía su pico".
Cabe consignar que en Brasil las medidas de cuarentenas y aislamiento han sido dispuestas por los gobernadores, ya que el presidente Bolsonaro menospreció en todo momento la pandemia, llegando a calificarle en determinado momento como "una gripecita", insistiendo en que su prioridad era "mantener la economía y los empleos".
Pero conforme han ido avanzando los contagios, la situación llevó al mismo Bolsonaro a tratar de explicar a seguidores este miércoles que "la gente se muere, ¿qué quieren que haga? Me llamo Mesias, pero no hago milagros..." fue su insólita respuesta, que se viralizó y fue muy ciricada en redes:
Tratando de no chocar con las posiciones de Bolsonaro, el ministro Teich recordó que sus recomendaciones "se limitan a pautas de guía", al tiempo que descartó que se puedan cambiar las disposiciones generales de Brasilia aunque el saldo de la pandemia se agrave.
Brasil ya tiene más muertos por coronavirus que China, el país donde se inició la pandemia, con más de 85 mil casos confirmados, que lo convierten en el país más afectado del continente.
A propósito de las voces que apuntan a Bolsonaro, también este jueves 30 la Justicia brasileña le ordenó al mandatario que en un plazo máximo de 48 horas muestre los resultados de sus exámenes de COVID-19, que el líder derechista aseguró que "dieron negativo".
Pero la jueza federal Ana Lúcia Petri Betto, de Sao Paulo, reclama esos resultados, y ordenó que Bolsonaro "entregue todos los resultados os exámenes", pero el tema encierra una importancia superlativa, porque en caso de que el mandatario hubiera mentido y haya estado efectivamente contagiado, esa mentira pública podría considerarse una causal importante para un eventual pedido de juicio político, como los varios que ya se acumulan en el Congreso brasileño.
El área legal del gobierno brasileño entregó a la jueza Petri Betto un informe médico del 18 de marzo, pero remarcaba que la salud de Bolsonaro "estaba siendo vigilada", pero sin contestar si el presidente estuvo o no contagiado de Covid-19.
Como se sabe, el viaje de Bolsonaro a Esados Unidos dejó como saldo más de 20 funcionarios contagiados, incluyendo varios ministros. Desde hace tiempo, entonces, ha estado en duda si el mandatario estuvo o no contagiado, y si lo hubiera estado puso en peligro a quienes estuvieron cerca suyo desde hace dos meses, lo que constituiría un grave episodio que lo señalaría no solo "mintiendo a la nación", sino "poniendo en peligro a la salud pública". De allí que se aguarde con enorme expectativa la llegada de esos estudios al juzgado de Petri Betto.
HB
