El caso del crimen de Tenerife. que conmociona a España y al mundo. cuenta con un nuevo capítulo a partir de que la Guardia Civil española diera con una nueva pista que reaviva la posibilidad de que Tomás Gimeno se encuentre con vida y se haya fugado tras cometer el asesinato de su hija Olivia y presuntamente el de Anna, la mas pequeña, cuyo paradero aún se desconoce. La búsqueda del homicida y su hija menor en el mar continúa a pesar de que el buque está a punto de dejar de funcionar.
La nueva hipótesis de la Guardia Civil española sostiene que Gimeno arrojó su celular al mar y después siguió navegando, según informaron a medios locales. Esta posibilidad surge debido que hasta ahora los rastreos realizados en la zona delimitada en función de las antenas de repetición del teléfono del hombre no dieron resultados. Así, a partir de la nueva línea de investigación se amplió el área de búsqueda a unos 9,5 kilómetros de la costa.
Infidelidades y un último mensaje: quién es Tomás Gimeno, el asesino de Tenerife
Si la hipótesis de la Guardia Civil se comprobara, la investigación daría un giro rotundo dado que existiría la posibilidad de que Gimeno, luego de matar a sus hijas, se haya fugado. Frente a esta posibilidad, las autoridades no solo ampliaron el área de rastrillaje del buque sino que además elevaron una orden de captura internacional.
Por su parte, agentes de la Guardia Civil informaron que tras el sexto registro del domicilio de Tomás Gimeno, no se hallaron calmantes o sedantes que se especulaba que podría haber administrado a sus hijas antes del secuestro.
Tomás Gimeno, de 37 años, desapareció con sus hijas Anna, de un año, y Olivia el pasado 27 de abril. A su exesposa, Beatriz Zimmermann, le dijo: "Jamás volverás a verlas". Luego habría dado muerte a las niñas en su finca y arrojado sus cuerpos al mar en un plan preconcebido para causar a su expareja el mayor dolor.
Durante los últimos años, Tomás dedicó a su ex pareja "un trato vejatorio y denigrante" con "comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes", dijeron los investigadores.
A principios de junio, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño localizó el cuerpo sin vida de Olivia dentro de una bolsa de deporte atada a un ancla, a 1.000 metros de profundidad en la zona de búsqueda frente al Puertito de Güímar, donde se perdió la geolocalización del teléfono móvil del femicida.
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El buque oceanográfico continúa con la búsqueda
El buque oceanográfico tiene previsto seguir buscando a Anna y Tomás Gimeno hasta que el robot submarino con el que va equipado se rompa definitivamente, según informó el diario El Español.
El robot Liropus 2000 se encuentra al límite de su capacidad por haber estado sometido tanto tiempo a la presión ejercida por el agua a mil metros de profundidad, por lo que requiere de tareas de mantenimiento para volver a ser operativo, lo cual supondrá semanas de interrupción de los rastrillajes.
Por su parte, el delegado del gobierno español en las Islas Canarias, Anselmo Pestana, confirmó en redes sociales que el buque permanecerá en la zona de búsqueda en la costa de Tenerife, y afirmó que "no hay que perder la esperanza de que se puedan encontrar más indicios o pruebas que señalen algo más” respecto a Anna y Tomás Gimeno.
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