La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le obsequió hoy al papa Francisco cuadros de pintores argentinos, miel de productores chaqueños y una escultura de una Virgen Desatanudos en su encuentro en la residencia Santa Marta.
Asimismo, le mostró obras de orfebrería que le habían dedicado a ella pero se las llevó al Papa a quien, en tono cómplice, le confesó "le cambié la chapita, decía para Cristina".
Entre los obsequios se destacó la imagen gigante de la Virgen Desatanudos, advocación de la que el pontífice es devoto, y al escuchar que desde la caja sonaba el "Aleluya", la mandataria comentó: "Sonoro, sólo los argentinos podíamos hacerlo".
Fernández también le regaló un cuadro de Eva Perón, otro de Francisco "tipo Andy Warhol", según le dijo, y un retablo fileteado porteño con la Virgen de Luján para "la cabecera de la cama", le sugirió con humor. La jefa de estado se mostró risueña y le presentó a todos los integrantes de su comitiva que lo saludaron con abrazos y fuertes apretones de mano.
En ese marco, se pudo ver un saludo afectuoso del Papa hacia el presidente de la cámara de Diputados, Julián Domínguez, un apretón de manos reverencial del senador Aníbal Fernández hacia Francisco y una palmeada papal en el hombro derecho para el secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli.
El vicegobernador bonaerense Juan Gabriel Mariotto, en tanto, se arrojó en un abrazo al Papa y emocionado le dio dos besos a la presidenta. Luego, la comitiva oficial se sacó decenas de fotos junto al Papa, tras lo cual la presidenta y Francisco mantendrán un almuerzo privado.