El gobierno de Raúl Castro considera aplicar impuestos a los campesinos cubanos como parte de la reforma agrícola que impulsa para elevar la producción de alimentos, declarada asunto de "seguridad nacional".
"La aplicación de impuestos en este sector contribuirá a una redistribución de los ingresos, que aseguren los presupuestos de los servicios básicos que se prestan de forma gratuita por el Estado", dijo el vicepresidente cubano Marino Murillo en la clausura del X Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), que encabezó Raúl Castro.
Murillo, también ministro de Economía, explicó que en 1994 cuando se aprobó en la isla la Ley Tributaria, a los campesinos se les excluyó del pago de impuestos, pero precisó que ahora "las circunstancias han cambiado".
Destacó que la medida está "en estudio, en el marco de la actualización del modelo económico cubano", que deberá aprobar el próximo VI congreso del Partido Comunista (PCC, único), pospuesto indefinidamente.
El actual sistema impositivo cubano excluye los salarios, y sólo aplica al trabajo privado y otras actividades económicas, por lo que no afecta a la mayoría de la población, que cuenta con servicios gratuitos de salud y educación o subsidios.
Murillo dijo que el Gobierno seguirá avanzando en la "descentralización" y "reordenamiento" de la agricultura, como parte de las medidas que aplica al sector para elevar la producción de alimentos y sustituir importaciones de unos 2.000 millones de dólares anuales.
Desde que relevó a su hermano enfermo Fidel Castro en 2006, Raúl Castro comenzó a aplicar una serie de medidas como mejores precios de compra a los productores, reparto de tierras ociosas en usufructo y cambios en el sistema de comercialización, que hasta ahora no dieron el resultado esperado.
Fuente: AFP.